Es necesario legislar sobre la violencia vicaria en QRoo: DAS

La violencia vicaria es un tipo de violencia que no solamente afecta a las mujeres, sino también a las infancias, como un modo de amedrentar y amenazar, por lo que sí es necesario integrarlo en la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, indicó Vanessa González Rizzo, del colectivo Derechos Autonomías y Sexualidades (DAS-Cancún).

La semana pasada en el Congreso local se turnó a comisiones la iniciativa de decreto para adicionar y modificar diversos artículos a dicha ley, al Código Civil y al Código Penal de Quintana Roo, en materia de violencia vicaria.

“No conozco la iniciativa, no sé que están proponiendo, pero creo que sí sería interesante regular y en caso de que suceda, intentar una mediación y luego quizá poner algún tipo de restricción, resolverlo desde el punto de vista legal y que no se tengan que vivir los daños que ocasiona en el entorno familiar”, opinó la activista.

La meta, dijo, sería tipificarlo como delito, algo que no está considerado hasta ahora, sobre todo porque muchas veces después de las separaciones o divorcios se puede activar esta violencia y además de dañar a la mujer hay consecuencias en la salud mental y emocional de los hijos.

Este tipo de violencia, consideró, es una de las situaciones más habituales cuando las parejas se separan de mala manera, sobre todo cuando hubo violencia previa, generando mucho estrés, ansiedad para las mujeres, un impacto psicológico severo, aunado a que los niños pueden vivir violencia física posterior.

“Muchas veces lo que pasa es que se utilizan los medios, la situación hegemónica de los hombres, en relación a que son ellos los que brindan los medios económicos para la asistencia de los hijos, son ellos los que tienen contactos desde el punto de vista público y muchas veces utilizan eso para chantajear a sus parejas, tiene que ver con la autoridad que tienen en la separación”, lamentó González Rizzo.

Nota relacionada: Mujeres se manifiestan en contra de la violencia vicaria en Yucatán

Edición: Laura Espejo