Texto: De la Redacción
Foto: Cortesía INAH
La Jornada Maya
Quintana Roo, México
Viernes 2 de diciembre, 2016
Un cráneo de un hombre fallecido hace más de diez mil años, una mandíbula de gonfoterio y un altar maya “en un estado de conservación inaudito” son algunos de los hallazgos durante el primer semestre de prospección arqueológica del proyecto Gran Acuífero Maya, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Guillermo de Anda Alanís, arqueólogo que encabeza el proyecto Gran Acuífero Maya, señaló que los hallazgos son de relevancia porque aportan datos sobre el cambio climático, los primeros pobladores de América y de las manifestaciones materiales de la ritualidad maya, además de la información sobre la hidrogeología de la zona.
Los descubrimientos se realizaron en diversas cuevas ubicadas en Quintana Roo, cerca de las poblaciones de Muyil, Tulum y Chumpón, en una primera ruta como parte de la investigación denominada Localización de fuentes de aguas ancestrales.
En los trabajos de investigación colaboró un equipo integrado por geólogos, biólogos, arqueólogos y exploradores subacuáticos.
Sobre el cráneo humano, el INAH destacó que se localizó cubierto por una capa de mineral endurecido, prácticamente completo y bien preservado, lo que requirió de un goteo constante por cientos de años, por lo que el elemento óseo estuvo expuesto en un ambiente seco antes de que subiera el nivel de agua en la cueva.
De comprobarse la antigüedad del cráneo, mediante análisis arqueométricos, la cual podría rebasar los diez mil años, “estaríamos ante un hallazgo único, en el contexto de la arqueología referente a los primeros pobladores de la zona”, expresó De Anda.
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