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Violencia digital, problemática que revictimiza a mujeres: Olimpia Coral

La activista brindó un taller sobre los mercados de explotación sexual en línea este martes en Mérida
Foto: Cecilia Abreu

La violencia digital en Yucatán continúa sin dar justicia a las víctimas, quienes, además, son revictimizadas socialmente a tal grado que, en muchos casos, prefieren evitar las demandas y los procesos legales que incrementan esa problemática; de cada 100 comentarios en una publicación que difunde este tipo de violencia, más de 70 por ciento tienen la intención de crecer los mercados de explotación sexual en línea, exhibió la activista Olimpia Coral Melo.

Este martes, Olimpia Coral Melo, activista por los derechos de las mujeres, estuvo presente en la Casa del Flan en Mérida, junto con las organizaciones locales: UADY Sin Acoso, Violetas Anáhuac y el Frente Nacional para la Sororidad, para brindar un taller sobre la violencia digital impartido de forma gratuita. 

El objetivo del taller es concientizar respecto al tema; también será dirigido mañana hacia la Universidad Anáhuac Mayab.

“No basta solamente con hacer extensivas conferencias, programas, capacitaciones y talleres sin entender a profundidad que los cuerpos de las mujeres no son para la diversión en las redes sociales, es muy necesario que hagamos conciencia para cambiar la normalización de la violencia e impunidad que se vive en los espacios comunes, en los espacios tangibles y también en los espacios digitales”.

 

Foto: Cecilia Abreu

 

Enfatizó que en Yucatán los mercados de explotación sexual en Yucatán continúan sin frenarse, existiendo ya al menos 180 investigaciones sobre violencia digital contra las mujeres en la entidad, sin tener avances hasta la fecha; “no tenemos ningún caso en el que haya una sentencia favorable para una víctima”. A nivel nacional contabiliza 2 mil 500 de estos mercados de explotación.

Durante los últimos dos meses de 2021 y lo que ha avanzado de este 2022 han registrado 102 casos de violencia sexual en internet contra las mujeres, 97 de los cuales fueron perpetuados por una pareja o persona conocida de la víctima, dijo. 

A pesar de esto, las víctimas continúan sin denunciar, no solamente por la poca empatía y “nulos protocolos institucionales en las Fiscalías, las mesas de Secretarías de las Mujeres e Instituciones de Procuración de Justicia del Estado”, sino muy en particular por la revictimización social.

En Yucatán, hay una particularidad en comparación con otros estados sobre este tipo de delitos, enfatizó; “las víctimas no denuncian y no piden apoyo de las autoridades que están obligadas para darlo por miedo a las especulaciones, la estigmatización, la revictimización y culpa de sus familiares, escuelas y espacios comunes y sociales”.

 

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Esta situación, expuso, es debida a una cultura machista, patriarcal y conservadora que culpa a la mujer por la producción y difusión de material íntimo a través de diversos medios y está siendo reflejada en el caso de las víctimas del grupo de Telegram de la Anáhuac Mayab, quienes han preferido no denunciar hasta ahora, “no es nuevo, no confiamos en las autoridades”.

 

Foto: Cecilia Abreu

 

Lamentó que en el Congreso de Yucatán las iniciativas para modificar los artículos concernientes a la violencia digital y la difusión no consentida de material íntimo no están contemplando sus opiniones ni las han hecho parte de estas propuestas.

“Nos parece injusto y poco razonable que cada vez que haya un caso visible o mediático de violencia contra las mujeres nuestras autoridades tomen nuestras causas para explotar con bombo y platillo que van a hacer algo, pero no somos convocadas las sujetas políticas que hemos encabezado esas causas”.

Con la iniciativa propuesta en el legislativo de Yucatán la violencia digital podría perseguirse de oficio, sin embargo, resaltó que no todas las víctimas quieren la misma reparación del daño; exigió hacer valer el derecho a ser convocadas para realizar este tipo de modificaciones en la Ley.

Exhibió también que no es suficiente aprobar la Ley Olimpia “si no estamos brindando un acercamiento a las víctimas desde una perspectiva feminista, desde una perspectiva de no revictimización, de prevención”.

Enfatizó que con esta perspectiva el derecho al Internet tendría que ser para todas, incluyendo a las mujeres mayas que hasta ahora han sido excluidas de este derecho de cuarta generación; “no luchamos porque todos los hombres estén en la cárcel, sino para que ninguna mujer vuelva a vivir lo que muchas mujeres vivimos en el ámbito de la violación a nuestros cuerpos”.


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Edición: Estefanía Cardeña