Paul Antoine Matos
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Lunes 7 de mayo, 2018
Explorador y arqueólogo en Chichén Itzá y Mesoamérica, especializado en la civilización maya desde la década de 1970, el doctor alemán Peter Schmidt falleció este lunes por la madrugada a la edad de 78 años.
Nació en plena Segunda Guerra Mundial, en la ciudad portuaria de Hamburgo, Alemania, en 1940, donde fue alumno de Wolfgang Haberland, para integrarse con él en 1961 a los programas de arqueología en Centroamérica, en el museo de Etnología e Historia de Hamburgo; posteriormente trabajaría en Nicaragua y realizaría su tesis sobre ritos funerarios en los indígenas del sur de Centroamérica.
En 1973, se asentó en México para comenzar sus estudios sobre la cultura maya y se volvió parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Entre 1979 y 1980 definió y estableció el polígono para proteger y preservar los monumentos históricos, la flora y la fauna de Chichén Itzá; en 1993, se convirtió en el director del proyecto de Investigación Arqueológica de Chichén Itzá, en el que ha estudiado la arqueología, arquitectura, iconografía, agricultura, el patrón de asentamiento, materiales, cronología y obras hidráulicas, entre otros elementos de la cultura maya.
Schmidt encabezó los trabajos de exploración e investigación de la Serie Inicial de Chichén Itzá, en 1998, en el conjunto arquitectónico a un kilómetro del Castillo, donde se encontró un altar circular con forma de tortugas; el friso más extenso encontrado en la zona, con más de 20 metros de largo con un personaje central con enredaderas, aves y flores, entre otros.
Serie Inicial adquirió su nombre del glifo hallado en un dintel, en el que se señala el comienzo del conteo de la fecha, al que se denomina glifo inicial.
Por una década dirigió el Museo Regional de Antropología Palacio Cantón. Al conocer su muerte, en un mensaje se lamentó el fallecimiento y se le reconoció como un activo colaborador de los proyectos.
En 2014, la UNESCO lo reconoció con la Medalla UNESCO de la Diversidad Cultural por sus más de cuatro décadas de trayectoria como investigador y explorador de la civilización maya. Ahí, Peter Schmidt declaró que “es una gran cultura cada vez más apreciada por el público. Los mayas existen y esperamos que sigan por muchos años más”.
Invitó a los investigadores a continuar con el estudio sobre los mayas y difundirlo en todas sus expresiones.
En 2016 recibió la medalla Yuri Knorosov, otorgada en el marco de la Feria Internacional de la Cultura Maya (FICMaya). En aquella ocasión, expresó que Chichén Itzá es un lugar del que aún falta mucho por descubrir.
“El trabajo de Chichén Itzá no ha terminado ni terminará pronto”, dijo. El sitio “ha otorgado muchos resultados nuevos, como los descubrimientos de textos, porque los mayas no sólo pensaban, sino también escribieron sobre sí mismos”, expresó.
Trabajó en Centroamérica, Yucatán y en el centro de México. Para Schmidt, una de las cosas más gratificantes en su larga trayectoria es el interés actual por la investigación. “Cuando empezamos éramos muy pocos, pero ahora hay más reconocimiento al estudio de los mayas”, mencionó en aquella entrevista.
Su proyecto más reciente y en el que laboraba fue el Programa de Aprovechamiento de los Sitios Arqueológicos, que firmó el INAH con el gobierno de Yucatán a finales de marzo pasado. Su labor, en conjunto con los arqueológicos José Osorio y Francisco Pérez, así como la Sección de Conservación y Restauración del Centro INAH Yucatán, sería la de conservar el área del Juego de Pelota, consolidar y restaurar el Chichén viejo, incluyendo los ornamentos y la pintura mural, con la intención de que se abriera al público.
La actual directora del Palacio Cantón, Giovana Jaspersen, escribió en Facebook “que la luz que a todos nos dio lo acompañe en su camino. Agradecidos con su vida, escuela y trabajo. Buen viaje Peter querido”.
El director del Centro INAH Yucatán, Eduardo López Calzada, declaró que “más que un colaborador, era un amigo. Un personaje muy querido dentro y fuera del INAH, gozaba de un prestigio más dado por su forma de ser, un alemán yucatizado. Se integró muy bien a la región”.
Destacó su responsabilidad en la arqueología yucateca por 40 años y su integración a la región. Indicó que “le marcaba la tenacidad y disposición para ser consultado y abonar a la conservación de Chichén hasta sus últimos días, siempre con la ilusión de seguir investigando”.
“Compartía que hay mucho que hacer en Chichén Itzá, por el enorme reto que implica seguir interpretando”, mencionó.
En próximos días, el INAH organizará un homenaje con amigos, familia y colaboradores, tal como ocurrió en vida, el cual posiblemente se realice en el Palacio Cantón, pero aún no se define, mencionó.
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