Juan Manuel Contreras
Foto: Cortesía
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Lunes 9 de abril, 2018

En entrevista con [i]La Jornada Maya[/i], Claudia Méndez Contreras, hermana del hoy occiso, manifestó su inquietud por algunas situaciones que han surgido a raíz del caso.

“Confiamos plenamente en la fiscalía, y llegamos a la audiencia donde nos enteramos que hasta el último día se solicitó la prórroga”, explicó.

Aunado a esto, ya no está la persona encargada de la investigación, pues se realizaron cambios en los departamentos y asignaron a un nuevo investigador.

Han transcurrido tres meses de los hechos, y a Claudia Méndez no le cabe duda que hubo más personas involucradas en el crimen. Luego de un intenso repaso de lo sucedido durante los nueve días que Luis Abraham estuvo desaparecido, los allegados al fotógrafo llegaron a la conclusión que son por lo menos tres los implicados en el homicidio.

Durante la entrevista, Claudia explicó que había omitido hablar del caso por recomendación de la fiscalía, a fin de no entorpecer la investigación. De igual forma, consideró de suma importancia aclarar que Luis Abraham no era homosexual ni se trató de una ejecución orquestada por el crimen organizado.

Relató que cenó con Luis Abraham el lunes 18 de diciembre. “La cena culminó a la una de la mañana. Esa fue la última vez que lo vi”, narró.

Al día siguiente Luis no llegó a comer. Claudia explicó que su hermano le había comentado acerca de una cita de trabajo, por lo que supuso que ésa era la razón de su ausencia, sin embargo, le pareció extraño que no avisara.

“En la noche no llegó tampoco, le marcamos y no contestó, la situación se tornaba cada vez más extraña”.

Nany, -una señora que lleva 32 años trabajando para la familia- se encontraba en la casa y avisó que Luis no había llegado a comer.

La mujer conocía a Alejandro, pues hacía un año que éste residía en casa del fotógrafo y lo veía todas las semanas cuando les hacía la limpieza. Le preguntó si había visto a Luis y éste le dijo que de pasada el domingo cuando le dijo que iría a Cozumel, pero que regresaría entre el jueves y el viernes.

La hermana explicó que Luis Abraham no se encontraba en su mejor momento “pensamos que se quiso aislar por unos días”, añadió.

“Le llamé a su ex novia pues era prácticamente parte de la familia. Ella expresó su preocupación, pues tampoco le contestaba las llamadas”.

Al llegar a la casa que el fotógrafo compartía con López Geded, Andrés, el mejor amigo de Luis, ya se encontraba allí acompañado de la policía. Los celulares de la víctima también estaban en el inmueble.

Andrés llamó varias veces a Alejandro López hasta que logró contactarlo; manifestó su preocupación y le pidió que abriera la puerta, ya que el coche de Luis se encontraba ahí. Alejandro le dijo que no podía abrir hasta las seis por su trabajo, y Andrés le dijo que estaba bien, pero no se fue de la casa.

“Mi hermano tenía un lugar estratégico para guardar la llave, pero ésta no estaba ahí. Fuimos a casa de Nany a buscarla y cuando regresamos ya estaba Alejandro -quien supuestamente no podía salir de su trabajo- acompañado de un amigo”.

Relató que el jueves, después de las 11 de la mañana, el padre pasó por casa de Luis Abraham y vio su coche estacionado, la puerta del conductor estaba abierta y Alejandro López Geded estaba afuera. También se bajó del automóvil una persona con vello facial.

“Al entrar a la casa mi primera impresión fue que era un asco; el piso estaba como si tuviera lodo por todos lados, después entendí que era sangre coagulada; el olor era nauseabundo”, mencionó.

Al ingresar al cuarto “el olor era irrespirable; estaba tirado, había un saco de cal casi vacío doblado en un rincón. El cuarto tiene un closet, y cuando lo vi sentí miedo, en ese momento pensé que a mi hermano lo habían secuestrado y no me cabía duda que Alejandro tenía algo que ver”, anticipó.

Afuera de la casa, Andrés preguntaba insistente a López Geded sobre el paradero de su amigo, a lo que éste finalmente respondió que el martes había sido la última vez que lo vio. “Es un mentiroso”, pensó Claudia, ya que había dicho a Nany que el domingo había sido la última vez que lo vio, comenzaban las contradicciones.

Sobre los celulares, López Geded admitió haberlos visto, “si el martes dice que vio a mi hermano, que vio el celular y lo agarró; entonces escuchó todas las llamadas y no nos dijo nada. Eso de que ‘ni a mí me contesta’, era mentira”.

Posteriormente la hermana del fotógrafo se dirigió a la FGE para levantar la denuncia. El fiscal le indicó que los celulares eran la evidencia principal; ella no los agarró pues la policía le recomendó dejarlos en su lugar a fin de que los peritos realizaran sus indagaciones.

“Al llegar a la casa en busca de los aparatos Alejandro estaba ahí con su amigo, con la puerta abierta; seguramente limpiando la escena del crimen, no hay de otra”.

Ante las presiones de Andrés, Alejandro cedió y dijo que se acordó que el martes escuchó caerse un envase vidrio que le cortó el pie a Luis Abraham, con lo cual explicaría las manchas de sangre, a pesar de que esa misma tarde había dado una versión distinta.

Ese mismo jueves a las 21 horas los agentes ministeriales se llevaron a López Geded.

Un agente les informó que habían encontrado rastros de sangre en la cocina y en otras partes de la casa. “Cuando escuché eso sentí que el mundo se abría, sabía que la casa de mi hermano estaba llena de sangre, a excepción de su cuarto”, recordó.

Eventualmente, el cuerpo apareció y la denuncia ya no era por desaparición, sino por homicidio. A Alejandro López Geded le impusieron medidas cautelares y permanece a la fecha en el Centro de Reinserción Social de Mérida.

La familia de Luis Abraham González Contreras exige la pena máxima para el asesino y que se realicen las investigaciones pertinentes para llevar ante la ley a todos los implicados en el crimen.
También exigen que se busque a todos los participantes, pues consideran que quien bajó del carro tiene algo que ver. “El forense fue muy claro cuando nos entregó el cuerpo, pues dijo que era imposible que una sola persona lo haya cargado”.

Sobre el móvil del crimen, explicó que durante la audiencia de vinculación, Alejandro sostuvo que el fotógrafo le debía dinero, “mentira, Luis no tenía necesidad de pedir dinero prestado”, declaró.

“Alejandro tenía meses sin pagar la renta, por lo que mi hermano le había pedido que desocupara el cuarto, porque además era un muchacho muy sucio y habían tenido problemas al respecto”.
En la confesión de López Geded también admitió estar enamorado de la ex prometida de Luis Abraham, motivo por el cual la familia considerar que fueron los celos los causantes del asesinato, pues el homicida tenía muchos problemas familiares.


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