Katia Rejón
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Jueves 18 de enero, 2018
Entre todos los locales, plazas comerciales, supermercados y cadenas que existen dentro de las cinco etapas del Fraccionamiento Francisco de Montejo de Mérida, sobresale una biblioteca independiente que funciona también como centro cultural, ubicada en la calle 46 con 49F. "El Gato de Alicia" es, en palabras de su fundadora Mariluz Barrera González, “una biblioteca de la comunidad”.
“La gente joven es la que más acude, pero tenemos un público variado. Hay papás cuyo paseo del sábado en la tarde es venir al recinto. Hemos tratado de dejarla bonita, que sea un sitio agradable para que se sientan como en casa”, comenta.
"El Gato de Alicia" se fundó en Campeche, en 2014, pero el 22 de enero del año pasado decidió mudarse a Mérida. Con cinco pesos los usuarios pueden rentar uno de los más de tres mil libros con los que cuenta la biblioteca.
“No tuvimos una buena respuesta en Campeche. La situación económica empezó a ponerse crítica y vimos que mucha gente de Mérida nos seguía. La diferencia es impresionante, hemos tenido una excelente afluencia a las actividades y la lectura”, platica.
En su primer año cerraron con 322 usuarios inscritos, y según sus estadísticas, la persona más asidua rentó 17 libros. Al preguntarle por qué considera que la biblioteca ha tenido mayor número de participantes que la pública, contestó que el "Gato de Alicia" está hecho por la comunidad, y se interesan en promover la salud mental y emocional a través de la lectura.
Barrera González es sicóloga de formación y tiene estudios en filosofía, por lo tanto considera importantes actividades como el cine filosófico y el taller de escritura terapéutica, el cual ha sido muy exitoso, pues asegura que estados como Campeche y Yucatán, que tienen altos índices de suicidio, es un tema que debe atenderse.
“La comunidad tiene que tener la iniciativa de promover estas actividades y no esperar a que alguien venga y lo haga. También somos multifacéticos, porque intentamos siempre algo nuevo. No queremos tener la típica imagen de una biblioteca aburrida y fría”, añade.
Sin embargo, no sólo los vecinos del fraccionamiento y alrededores acuden a la biblioteca, Barrera afirma que han recibido personas de todas partes de la ciudad e incluso de Umán y Caucel porque se les hace más accesible que cruzar el centro.
La centralización de los sitios de recreación y actividades culturales es un tema que ha escuchado mucho por parte de los usuarios. “Hacer este tipo de espacios, sentimos que es muy importante que esté en medio de tu comunidad. Se requiere más de lo que la gente cree”.
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