Manuel Triay Peniche, medio siglo de periodismo

Paul Antoine Matos
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Jueves 18 de enero, 2018

En 50 años, las salas de redacción de los periódicos cambiaron su imagen y dimensión. Pasaron de emplear máquinas de escribir a [i]laptops[/i]; de los cuartos oscuros para revelar fotografías a subirlas en archivos; de cables que llegaban por telégrafo a los 140 caracteres, y las noticias de ayer a los hechos de este momento. Manuel Triay Peniche es uno de los periodistas que han vivido esos cambios del oficio y se adaptan.

El 23 de enero de 1968 se encontró con la encomienda de Carlos Menéndez, director del Diario de Yucatán, de ser reportero de la fuente del aeropuerto, aunque él fue buscando un trabajo, tal vez en el área administrativa. “No sabía quién era don Carlos, ni dónde me estaba metiendo”, narra.

“Me amaneció sin trabajo –reconoce en entrevista con [i]La Jornada Maya[/i]-, nació mi primogénito y un amigo me dijo del empleo en el periódico”. Hasta ese momento, a sus 24 años, Manuel Triay se había dedicado a trabajar en Pemex, interrumpir sus estudios de filosofía y montar un negocio. En cambio, se encontró con un oficio desconocido, y que le gustó.

Sobre Carlos Menéndez, recuerda que era un maestro exigente, un gran periodista y un excelente ser humano, quien desde un inicio le dio su confianza y, sin firmar un contrato, fue recibido en el periódico.

Sabe que los errores siempre se cometen, incluso hoy tras medio siglo de periodista. Desde que entró, Triay Peniche cometió errores de redacción, ortografía, interpretación y conducta. “Todos los cometen, pero tenemos que procurar no vivir en ese error”, señala.

[b]Mérida, 1968[/b]

En 1968, Mérida tenía 250 mil habitantes. El salario mínimo era de 18.25 pesos. Las páginas del Diario de Yucatán apenas contaban con un par de planas dedicadas a temas como política, religión, sociales, deportes, aeropuerto y policía; fue hasta la década de 1970 cuando abrió la sección local.

El periodismo en aquella época, recuerda, también estaba asediado por la censura del Estado y la autocensura de los reporteros. Pero había dignidad y límites, manifiesta, los cuales hoy han sido rebasados, se perdió el respeto a la profesión.

Considera que actualmente existe un concubinato entre gobierno y medios de comunicación, más grande y sorprendente porque los últimos dependen económicamente de la publicidad oficial más que de los patrocinadores. Entonces, dice que el gobierno “paga más por lo que callamos que por lo que decimos”.

Afirma que en el periodismo yucateco existe una sobreproducción de comunicadores. Muchos de ellos incumplen con el mínimo indispensable para ejercer el trabajo de manera profesional y presentan deficiencias, por lo que es difícil encontrar crónicas, reportajes y periodismo de investigación. Este género se perdió por falta de tiempo y recursos, porque a veces deja buenas cosas, pero otras no, por lo tanto los medios no se pueden dar el lujo y quienes sí lo hacen brillan en el mercado, señala.

Antes no existían los boletines, que llevan a la falta de preparación y al engaño porque son complacientes con el que los emite, dice. El periodista tiene que investigar los rumores, no publicarlos ni caer en juegos, porque de lo contrario se genera desinformación que el público recibe. El peor peligro para los reporteros es el “copia y pega” porque todo lo tienen a la mano y dejan de esforzarse, menciona.

El periódico, manifiesta Manuel Triay, tiene la responsabilidad de informar y orientar, anteponiendo los intereses del lector al personal, por lo que tiene que ofrecer la verdad.

[b]Relaciones, fundamentales para el periodista[/b]

Manuel Triay acudió a un Diálogo Norte-Sur entre 21 jefes de Estado en Cancún hace varios años. Aunque el Diario de Yucatán tenía las fuentes de agencia, él decidió ir a Quintana Roo, tras insistirle al director, quien le encomendó cubrir notas de sociales. En el Centro de Convenciones se encontraban más de 3 mil 200 periodistas de todo el mundo.

Con relaciones con la gente que trabajaba en la logística del evento consiguió información sobre qué comieron y qué discutieron los jefes de Estado. Un día, logró enviar 15 notas. Con cercanía con las edecanes, que le ayudaban a traducir la información; el de las copias, el jefe de chefs y un médico, entre otros, descubría qué hacían los estadistas. Incluso, Jacobo Zabludovsky copió una nota suya.

La clave de las relaciones es ganarse al chofer, a la secretaria, la gente que colabora en el día a día con la fuente, ser honestos y respetarlos, indica.

[b]Jornadas interuniversitarias de periodismo[/b]

El periodista tiene que ser responsable al informar con la veracidad y evitar engañar a la gente; permitir que la audiencia tenga derecho a estar informados, afirmó Triay Peniche al presentar las primeras Jornadas Interuniversitarias El periodismo en Yucatán.

En la rueda de prensa en el Edificio Central de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Triay Peniche expresó que lo que los reporteros y comunicadores yucatecos pueden aportar a México, en un contexto de graves violaciones a la libertad de expresión, es el trabajo responsable.

“En la medida en que tengamos instrumentos nos protegeremos más”, afirmó, por lo que “no es posible que sigamos publicando lo que oímos”. Señaló que con tanta información es difícil comprobar su veracidad, entonces muchos reporteros se van con lo fácil que es copiar, pegar y difundir. “No es lo mismo escribir una noticia porque algo oímos. Pilar del periodismo es que rumores no se publican, se investigan”, señaló.

Mencionó que, en función con la seguridad del estado, la prensa local no es amarillista, ya que también existe una tranquilidad social que abona al trabajo. Pidió que “todos hagamos nuestra parte para evitar la violencia que viven en estados como Veracruz o Tamaulipas”.

En las Jornadas Interuniversitarias participarán periodistas locales y nacionales, así como empresarios y políticos.

Este lunes, la doctora Rocío Cortés Campos tratará, en la Facultad de Antropología de la UADY, El periodismo en la guerra de castas; el martes, en la Universidad Mesoamericana de San Agustín, los líderes empresariales Juan José Abraham Dáguer, de la Canaco, Gustavo Cisneros Buenfil, de la Coparmex, y Carlos Campos Achach, discutirán sobre la iniciativa privada y la publicidad.

Daniel Moreno, director de Animal Político, ofrecerá la conferencia magistral Los retos del periodismo digital en la Universidad Anáhuac Mayab, seguido de una mesa panel de periodismo digital con José Palacios Tepate, de Reporteros Hoy, la periodista María del Carmen Garay Hernández y Jorge Iglesias Bermúdez, director de Grupo Fórmula.

El jueves, en la universidad Modelo, habrá pláticas sobre medios sociales digitales, identidad, privacidad y delitos cibernéticos. Por la tarde, Luis Correa Mena, Dulce María Sauri y Uuc Kib Espadas Ancona tratarán el tema del poder y los medios de comunicación, en la universidad Marista.