Texto y foto: Lilia Balam
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Martes 11 de junio, 2019
La Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), no puede “tapar el sol con un dedo” ante los casos de acoso y hostigamiento sexual que se han denunciado en esa casa de estudios, por lo que la Comisión Legislativa del Consejo Universitario ya está analizando la propuesta del Protocolo para la Prevención, Atención y Sanción de la Violencia de Género, Discriminación, Hostigamiento y Acoso sexual, con la intención de que sea emitido a la brevedad, informaron el abogado general de la Universidad, Renán Solís Sánchez y la directora del Programa Institucional de Igualdad de Género de esa institución, Leticia Paredes Guerrero.
Solís Sánchez recalcó que no hay un plazo para que el documento sea sometido a aprobación por el pleno del Consejo, pero insistió en que el asunto es de suma importancia para la directiva de la casa de estudios.
De acuerdo al abogado, la propuesta del protocolo incluye un nuevo mecanismo para la atención de las denuncias por acoso u hostigamiento sexual: las quejas serían analizadas por una Comisión Ejecutiva, compuesta por tres miembros de la comunidad universitaria.
El documento incluye diversas sanciones en caso de corroborarse el acoso, desde la expulsión temporal a la definitiva para los alumnos. También contempla castigos para personal administrativo, académico y para directivos.
Sin embargo, el protocolo también abarca la prevención, ya que según Paredes Guerrero “se pueden tener las sanciones más bonitas del mundo, pero si no se trabaja para prevenir los casos, no se logrará una vida libre de violencia ni una convivencia en condiciones de igualdad, equidad o justicia”.
Como parte de ese eje, se brindarían capacitaciones, conferencias y demás actividades tanto para los estudiantes como para el personal de la UADY. También se implementaría el curso “Buenas prácticas de género en la actividad docente” con el objetivo de visibilizar la violencia, detectarla y generar estrategias para que los profesores eliminen cualquier “factor de riesgo” que se pueda presentar en las aulas.
“Tenemos que preparar al profesorado para que esté atento a ese tipo de incidentes y se eliminen los factores de riesgo hacia la violencia”, sostuvo la directora del Programa de Género y agregó que aproximadamente 40 por ciento de los profesores de la Casa de Estudios están interesados en “cambiar” actitudes que propician la violencia de género, además de que cada vez es más frecuente que ellos mismos soliciten capacitaciones en le tema, es decir, “ya no hay que obligarlos” para que se inscriban.
Para elaborar la propuesta, los miembros del Programa de Género de la UADY se basaron en otros 20 protocolos para atender la violencia de género tanto nacionales como internacionales. De igual forma realizaron una investigación interna en la casa de estudios para “tropicalizar” las acciones a la dinámica de la comunidad universitaria local.
“El documento está hecho para no revictimizar a las personas que denuncian, para que sepan claramente cuáles son los mecanismos que deben seguir y para que se ejerza justicia”, puntualizó Paredes Guerrero.
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