Busca gobierno de RZB control del nuevo CIC

Paul Antoine Matos
Foto: Raúl Angulo Hernández
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Lunes 13 de noviembre, 2017

El gobierno de Yucatán prepara una jugada maestra. Si pierde el PRI las elecciones, o si alguien contrario al grupo del gobernador, Rolando Zapata Bello, pero del mismo partido lo reemplaza, el control del turismo de congresos y convenciones seguirá en manos de quienes administran actualmente al estado, por los próximos cuatro años; así como lo que generen el Centro Internacional de Congresos (CIC) Powered by Samsung y el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, y los contratos de arrendamiento del equipo del CIC.

Para eso plantean un decreto que debilitará a la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur) y a los empresarios del sector. Se trata de la iniciativa que presentará Zapata Bello para la creación del Fideicomiso para el Desarrollo del Turismo de Reuniones de Yucatán (Fideture).

La Jornada Maya tiene acceso a las proyecciones de este fideicomiso para los próximos cinco años, del 2018 al 2022, entre las que se establece la integración y operación del CIC y sus locales comerciales, para cumplir el objetivo de “atraer el turismo de reuniones”; así como del Siglo XXI.

El Fideture puede considerarse como una “Secretaría de Turismo de Reuniones, separada de la actual Sefotur”. Esto se debe a que, para su existencia, el gobierno del estado dotará de poder y recursos económicos a una nueva figura administrativa, que será encabezada por un director que Rolando Zapata colocará, (posiblemente Saúl Ancona Salazar, actual secretario de Fomento Turístico) durante los siguientes cuatro años. El nuevo organigrama requerirá mucho dinero para su funcionamiento.

El Fideture juntaría promoción del turismo de reuniones y operación de los centros de convenciones.

La Sefotur tiene actualmente la Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV), la cual antes del 2002 fungía como un ente separado y alterno a la secretaría, por lo que las funciones se duplicaban, repetían o eran contrarias. Actualmente la Oficina de Congresos y Convenciones (OCC) depende de la Sefotur. Con el Fideture se podría regresar al antiguo modelo de dos secretarías coexistentes e independientes.

Las diferencias entre proyectos se notarían, sobre todo si el director de la Fideture es elegido por la administración actual para los próximos cuatro años y la oposición triunfa las elecciones de 2018.

El secretario de turismo estatal tendría que negociar y discutir con el director de la Fideture pero, en caso de tener visiones opuestas, cada quien decidiría por sí mismo la mejor estrategia para promover el turismo en Yucatán, sin complementarse. En ferias turísticas se tendría la presencia de ambos organismos y las negociaciones serían separadas.

El Fideture contaría con la representación de las cámaras empresariales que no están en el Fideicomiso de Administración e Inversión para la Promoción y Fomento al Desarrollo Turístico y Económico del Estado de Yucatán (Fifotur). La Cámara Nacional de Comercio (Canaco) Mérida y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) serán parte, junto a la Asociación de Hoteles de Yucatán, la dirección del aeropuerto de Mérida (representante de Asur), Consejo Empresarial Turístico de Yucatán (Cetur) y Asociación de Agencias Promotoras de Turismo de Yucatán (Aaprotuy) y el representante de los hoteles de Gran Turismo.

Sin embargo, a pesar de integrar a la Canaco y la Coparmex, el voto de calidad será del gobernador de Yucatán, por lo que la balanza y la decisión final será del sector público, no de los empresarios turísticos. Más que continuidad transexenal en la que se empodera a la iniciativa privada, se apuesta por mantener el control del sector dentro de la actual administración, aún después del cambio de gobierno.

Este fideicomiso será independiente de Fifotur, creado durante la administración de Patricio Patrón Laviada como Fideicomiso de Administración e Inversión para la Promoción Turística de Yucatán, pero modificado en 2014 por el actual gobierno. En el primer esquema la mayoría de votos correspondía a la iniciativa privada en el comité técnico sobre el gobierno (4-3); pero con la modificación de hace tres años se dividió a la mitad entre el sector público y empresarios (4-4), pero con el voto de calidad para el secretario de Administración y Finanzas.

El Fifotur depende de la Sefotur, por lo que se apoya de la estructura administrativa de la secretaría estatal para su manejo. El fideicomiso recibe el tres por ciento del Impuesto sobre Hospedaje, del cual se recabaron alrededor de 33 millones de pesos, entre enero y noviembre de 2016.

La creación del Fideture significará que el Impuesto sobre el Hospedaje se dividirá en dos: la mitad al nuevo fideicomiso y la otra parte para el Fifotur.
Las proyecciones del gobierno indican que el nuevo fideicomiso costará 40.8 millones de pesos en nóminas, que incluyen los administrativos (directores, recursos humanos, jurídico y de finanzas), comercialización (estructura de mercadotecnia, turismo y nuevos negocios), operaciones (estructura de operaciones, mantenimiento, entre otros) y prestaciones indirectas (capacitaciones, horas extras y uniformes).

El gasto de nómina administrativa (16.2 millones de pesos) y de comercialización (12.6) representa la creación de un nuevo aparato administrativo para dirigir el Fideture. Un costo de 28.8 millones de pesos sólo para el turismo de congresos. Sería más del doble de lo proyectado por ingresos del Impuesto sobre el Hospedaje al año, entre 2018 (12.6 millones) y 2022 (13.8 millones).

En total, la proyección para el 2018 es que los egresos (costo de ventas, nóminas, comercialización y mantenimiento) sean de 84 millones de pesos contra 105 millones de ingresos (del CIC, Impuesto a Nóminas a comercios en un radio a 600 metros del CIC, Impuesto sobre Hospedaje, presupuesto estatal, ingresos brutos del Siglo XXI y renta de locales del CIC), un saldo a favor de 21 millones.

Para 2019, los egresos serían de 106 millones para recibir ingresos por 144 millones, el saldo a favor de 38 millones. En 2020, los egresos serían de 112 millones, por ingresos de 153 millones, saldo a favor de 41 millones. En 2021, egresos de 120 millones, ingresos de 167 millones, y el saldo a favor de 47.5 millones. Para 2022 se egresarán 128 millones de pesos y de ingreso serán 183 millones, con saldo a favor de 54 millones.

El Fideture se encargará desde el 2018 del Centro Internacional de Congresos, pero a partir del 2019 absorberá al Centro de Convenciones Siglo XXI y los ingresos que reciba el recinto, en lo que es la segunda etapa del proyecto. El Patronato Cultur se quedaría sólo con los ingresos de las áreas de servicio de las zonas arqueológicas.

Entre 2019 y 2022 se proyecta que el Siglo XXI genere ingresos por 14.6 millones de pesos con la realización de alrededor de 200 eventos anuales, cada uno vale aproximadamente 80 mil pesos.

Para la tercera etapa, el CIC será complementado con una oferta de locales comerciales a rentarse como tiendas y restaurantes, a partir del 2021, año en que se proyecta la recepción de 4.9 millones de pesos, lo que crecerá a 10 millones en el 2022.

En el rubro de egresos se proyecta que el mantenimiento del Centro Internacional de Congresos será de 18.4 millones de pesos en el 2018. Este concepto, según el documento, será para el “arrendamiento de cocinas y mobiliario, el mantenimiento de edificios, de equipos de eventos, energéticos, telecomunicaciones, informática y seguridad”.

Es decir que el fideicomiso podrá elegir quiénes provean el equipo de las cocinas y el mobiliario para los eventos, lo que incrementará el costo de la organización (renta del CIC + renta de equipo). La situación podría beneficiar a aquellas empresas cercanas a la directiva del fideicomiso, incluso amigos y prestanombres.

Con el control del director del fideicomiso el gobierno de Rolando Zapata Bello podrá beneficiarse de los acuerdos de negocios con los arrendadores aún después del cambio de gobernador.

[b]Más dinero del turismo de reuniones[/b]

La intención del gobierno de Zapata Bello con el Centro Internacional de Congresos es generar la presencia de más turistas de reuniones en Yucatán, lo cual provocará una mayor derrama económica.

Este rubro representa apenas un cinco por ciento de los turistas que llegaron a Mérida durante este 2017. Según cifras del propio Ancona Salazar, el turismo de reuniones recibió a 50 mil 419 visitantes; pero entre enero y septiembre de este año en Yucatán pernoctaron un millón 218 mil 809 turistas.

Pero cada día que están en la entidad los visitantes de reuniones gastan seis mil pesos, más que el turista convencional (3,500) pero menos que el de bodas (9,000).