Juan Manuel Contreras
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Lunes 24 de julio, 2017

A lo largo de 32 años de servicio, Juvencio Xool Uc ha visto desfilar innumerables huéspedes y trabajadores por los pasillos del Holiday Inn, ha sido testigo de dos huracanes y atendido a la clientela más diversa en las mesas del restaurante La Arboleda, donde siempre está dispuesto a recibir a los clientes con una cálida sonrisa.

Juvencio inició como [i]steward[/i] a los 17 años, cuando el Holiday Inn era el único hotel de la avenida Colón; posteriormente, debido a su aptitud, recibió entrenamiento para atender los banquetes que se llevaban a cabo en los salones del hotel; también fue garrotero de Las Guacayamas –nombre anterior del restaurante– y finalmente fue ascendido a mesero.

“Contar con un vasto conocimiento de los platillos y bebidas es la clave para ser un buen mesero”, explicó Juvencio en entrevista con [i]La Jornada Maya[/i]. De igual forma, la cordialidad y el trato amable al cliente forman parte importante de su labor en el restaurante del hotel.

Una de las principales virtudes que caracterizan al experimentado mesero es su vocación de servicio, pues siempre está dispuesto a recibir a los comensales con su mejor sonrisa y disposición para atender sus necesidades de la manera más eficiente.

“Una estrategia que siempre funciona con los clientes es ofrecerles nuestras famosas bolitas de queso crema, siempre quedan satisfechos; siempre piden más. Hemos recibido muy buenas críticas al respecto, incluso han venido de varios lugares del país y se las llevan para disfrutarlas en sus tierras”.

Los 32 años al servicio del Holiday Inn le han dado a Juvencio un sinnúmero de experiencias, caras nuevas, clientes nuevos, de igual forma que ha sido testigo de los cambios tanto en la infraestructura como en el personal del inmueble.

“He visto muchos cambios en el hotel, gente que viene y va, nuevos trabajadores y huéspedes que se convierten en parte de la vida cotidiana, pues el servicio que brindamos es una invitación a volver. Incluso hemos atendido a señoras embarazadas; con el tiempo hemos visto crecer a sus hijos y cuando regresan luego de un tiempo, los muchachos ya son más altos que yo”, bromea.

Para Juvencio, la mayor satisfacción en su trabajo consiste en ver a los comensales disfrutar sus platillos con una sonrisa, muchos de ellos se marchan del lugar agradecidos por la excelente atención y con la promesa de regresar a disfrutar; además de una excelente comida, de un trato excepcional.


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