Paul Antoine Matos
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Martes 28 de febrero, 2017
La noche del lunes, los tres principales accesos a Xmatkuil quedaron saturados por la cantidad de gente que esperaba acudir al derrotero y escuchar el concierto del reggaetonero puertorriqueño Daddy Yankee en el espacio de la cervecería Corona.
Filas de dos carriles por un par de kilómetros en la glorieta de periférico –tanto hacia el poniente como el oriente- y una más larga en la calle 50 sur eran las personas que esperaban (muy) pacientemente acceder al recinto ferial.
Algunos simplemente prefirieron llegar hasta Dzununcán y evitar el tráfico, así se ahorraron unos 20 minutos. Según las estimaciones del ayuntamiento de Mérida, más de 150 mil personas acudieron a Xmatkuil el lunes por la noche; apenas lograron entrar 30 mil al concierto.
Al final del derrotero, los carros alegóricos se amontonaban en un estacionamiento. De uno, con un dinosaurio animatrónico, se bajó una persona directamente hacia una camioneta SUV. Alrededor del vehículo se arremolinaron las adolescentes.
“¿Y ese quién es? -nos preguntamos por el alboroto-. Debe ser alguien famoso”. Una joven lanza un chillido agudo: “Mario Bautista” y le acerca un ¿libro? ¿Disco?, para que se lo firme.
El artista se subió a su camioneta y media docena de guardias se colocaron en el exterior de la misma, escoltándolo fuera del recinto ferial, mientras una horda de adolescentes lo perseguía.
[b]Shaky Shaky[/b]
Después del derrotero, en el Centro de Espectáculos Montejo, una calavera roja se posó sobre las pantallas en el escenario. Con el [i]Shaky Shaky[/i], Daddy Yankee comenzó su participación en el Carnaval de Mérida.
Entre fuegos artificiales, las columnas de fuego y humo, el reggaetonero con 22 años de trayectoria provocaba que el público perreara al ritmo de [i]Rompe [/i]y [i]Lo que pasó, pasó[/i].
Daddy Yankee anunció que una de sus canciones más recientes sería tocada por primera vez en un concierto en Mérida. “Pasito a pasito, suave suavecito. Nos vamos pegando, poquito a poquito”, estrenaba en vivo la canción en la que colabora con Luis Fonsi.
El público explotó. Daddy Yankee brindó la gasolina necesaria para calentar los ánimos y el fuego avivó los bailes de las 30 mil personas presentes. Al terminar, más de 10 mil coches le rendirían un homenaje involuntario al reggaetonero. Por alrededor de 45 minutos, los automóviles gastarían su combustible para poder salir de Xmatkuil.
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