Recorte al INAH pone en riesgo a zonas arqueológicas

Abraham Bote

La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Viernes 12 de junio, 2020

El recorte del 75 por ciento al presupuesto en gastos de operación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) implicaría una amenaza al patrimonio arqueológico no abierto al público de la región, advirtieron investigadores, antropólogos, arqueólogos y académicos del INAH en una rueda de prensa virtual realizada el pasado miércoles.

Señalaron que esto sería un golpe “tremendo” y pone en riesgo al patrimonio cultural del país en general, pues con esta reducción ya no se dará mantenimiento a zonas arqueológicas abiertas al público, monumentos históricos, museos importantes, o se dejará de realizar restauraciones de edificios, iglesias afectadas por fenómenos meteorológicos; tampoco se podrían hacer investigaciones; se afectaría también a la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH).

Más de seis mil firmantes de unas 200 instituciones académicas y culturales enviaron una carta al gobierno federal en la que solicitan exentar al INAH de la aplicación del decreto que le impediría el ejercicio total del presupuesto asignado por la Cámara de Diputados para este 2020; cantidad que asciende a tres mil 918 millones de pesos.

Antonio Reyes, del Centro INAH Quintana Roo, indicó que en el caso de la península de Yucatán la conservación, investigación y difusión se verían severamente afectadas con este recorte, por lo tanto esta merma de recursos en esta región, “donde existe una amenaza de los desarrollos y macroproyectos urbanísticos, hoteleros, de energías renovables”, implicaría un gran peligro para zonas arqueológicas e históricas que aún no están abiertas al público. “Porque no habría la misma atención a denuncias, a inspecciones, para protegerlas”, señaló.

Entonces, añadió, es preocupante para la península que quiten una parte de los recursos destinados a la seguridad, protección y conservación de las zonas, ya que implicaría una destrucción del patrimonio arqueológico no abierto al público.

Si bien, precisó, existen zonas arqueológicas abiertas al público, para los mexicanos y visitantes extranjeros, hay una cantidad de sitios históricos que corren peligro por estos megaproyectos, pues al no haber recursos para investigación, ya no se podrá exponer los hallazgos o si determinadas zonas serían amenazadas.

El antropólogo Bolfy Cottom, investigador de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, dijo que existen más de 53 mil sitios arqueológicos en el país, de los cuales 193 son zonas de monumentos, y con la reducción del presupuesto se afectaría la seguridad, mantenimiento y cuidado de sitios como Chichén Itzá y Calakmul.

A su vez, investigadores indicaron que ante esta potencial crisis, el gobierno se daría cuenta de la importancia y trascendencia del instituto.

[b]Parte de un proyecto nacional[/b]

“No somos un gremio que defienda sus privilegios, hablamos de una institución que forma parte del proyecto cultural e intelectual que tiene que ver con la identidad de los mexicanos”, señaló Alejandro Pinet, profesor investigador de la ENAH. “Cuando algún extranjero llega a México, lo primero que hace es ir al Museo de Antropología. ¿Qué ocurrirá cuando el turista llegue el museo y encuentre goteras, pésimas exposiciones, un museo sin recursos?”, cuestionó.

Mencionó que con el recorte, los proyectos de los investigadores tendrían cero recursos para combustible, alimentación, pasajes y hospedaje. Otro rubro afectado serían las prácticas de campo.

La investigadora Guadalupe de la Torre indicó que el mantenimiento del edificio de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía “Manuel del Castillo Negrete” es tan fundamental como lo es el resguardo del patrimonio que ahí mismo se restaura: pintura, escultura, cerámica y otro tipo de objetos patrimoniales.

La escuela debe recibir reparaciones constantes ante las filtraciones que ponen el riesgo el material en conservación. Advirtió que los proyectos de investigación se han reducido a cero en una escuela que fue pionera en restauración en América y hoy en día es una de las más reconocidas en el mundo.

La Secretaría de Cultura aseguró en un comunicado que las actividades sustantivas de todo el sector no se verán afectadas con los reajustes presupuestarios. “En particular, las becas y estímulos a la creación e investigación, el mantenimiento de zonas arqueológicas, la difusión de la historia de México, el apoyo a las artesanas y artesanos, los apoyos a la comunidad cinematográfica, las exposiciones en sus distintos formatos, los programas dirigidos a niños, adolescentes y jóvenes son actividades que están garantizadas”, indica el documento.

El comunicado agrega que “la emergencia sanitaria del COVID-19 ha puesto a nuestras instituciones a pensar diferente; la Nueva Normalidad mundial nos reta a imaginar nuevos modelos de interacción entre los creadores y artistas con el Estado, pero también con sus públicos. Las industrias culturales también tendrán que repensar sus dinámicas y revisar cada uno de los eslabones que conforman sus cadenas de valor, porque en estos tiempos también se crean nuevas oportunidades que hay que descubrir y revisar”.

Edición: Elsa Torres