Juan Manuel Contreras
Foto: Fernando Eloy
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Lunes 8 de junio, 2020
Los principales centros de abasto de la ciudad de Mérida -Lucas de Gálvez y San Benito- reactivaron sus operaciones el día de hoy, aunque no todos los locatarios pudieron regresar; sino solamente aquellos cuyos giros son considerados esenciales.
En un recorrido por ambos mercados se pudo constatar la buena disposición por parte de los comerciantes en cumplir con las medidas sanitarias, pues de no llevarse a cabo los protocolos podrían cerrar de nueva cuenta dichos recintos.
En la entrada del Lucas de Gálvez ubicada sobre la calle 56 se formó una larga fila de clientes, quienes antes de entrar al bazar tuvieron que pasar a través de un túnel sanitizante; para posteriormente tomarles la temperatura y aplicar gel antibacterial.
Desde el anuncio de la reapertura de los mercados, la comuna informó que infantes y personas de la tercera edad no podrían acceder al inmueble, pues se sabe que son los sectores más vulnerables a contagiarse de COVID-19.
Esta medida no fue bien recibida por algunos de los asistentes, pues hubo altercados entre amas de casa en compañía de sus hijos; así como adultos mayores inconformes al momento en que personal del ayuntamiento les negó la entrada.
El Lucas de Gálvez opera al 20 por ciento de su capacidad, o menos. La gran mayoría de los locales permanecen cerrados y únicamente es posible adquirir especias; frutas; verduras y otros insumos para la cocina, considerados imprescindibles.
El área de comida de ese centro de abastos se avista desierta, únicamente la fauna urbana merodea por los pasillos en busca de la comida que usualmente procuran cuando a los comensales se les cae una porción de sus platillos.
La fila para ingresar al San Benito es considerablemente menor, pues en ese recinto solamente están trabajando las pollerías, que son menos de diez. El procedimiento para entrar es el mismo, sobre la puerta que se ubica sobre la calle 69 del primer cuadro de la capital yucateca.
Los pocos locatarios que tuvieron la oportunidad de regresar a sus labores celebraron el hecho, como doña Guadalupe, quien pasó momentos difíciles durante los 19 días que el mercado permaneció, ya que de la venta de los recados dependen sus dos hijos.
Edición: Elsa Torres
Dependemos en demasía de la electricidad; ¿qué pasa con esos rincones del mundo que viven en penumbra?
Rafael Robles de Benito
El instituto electoral deberá emitir una resolución al respecto
La Jornada
La censura intenta destruir la curiosidad humana, pero en los rebeldes, la alimenta
Margarita Robleda Moguel