El chef mexicano Lalo García, de migrante dos veces deportado a ganar una estrella Michelin

La carrera del cocinero comenzó como lavaplatos a los 16 años
Foto: Instagram @eduardogarciaguzman

Cuando el chef mexicano Eduardo Lalo García (Guanajuato, 1977) comenzó a trabajar como lavaplatos en Atlanta, Estados Unidos, a los 16 años, nunca imaginó que ese sería el inicio de una carrera que lo llevaría a convertirse en uno de los cocineros más reconocidos de México y obtener una estrella Michelin con su restaurante Máximo.

"Yo no me metí a trabajar a la cocina porque pensé que las estrellas existían. Yo me metí por necesidad, o sea yo jamás en mi vida pensé que eso es lo que a lo que me iba a dedicar el resto de mi vida", compartió García, en una entrevista con EFE.

Tras migrar con su familia a Estados Unidos a los 9 años, García trabajó una temporada recogiendo fruta y verdura en el campo y vivió en carne propia los efectos en la salud de los pesticidas y los agroquímicos que le afectaron la piel y provocaron que se le cayera el cabello, las mismos sustancias que causaron la muerte de su padre por cáncer gastrointestinal.

Por eso, le molesta el discurso actual que criminaliza la migración, cuando los mexicanos que cruzan la frontera con Estados Unidos hacen "los trabajos que nadie más quiere hacer" y van a "mejorar la vida del norteamericano".

Al recordar su propia experiencia, García advirtió que gran parte de la migración mexicana a Estados Unidos ha sido "casi forzada", ya que los gobiernos no han hecho «lo suficiente» para que quienes viven del campo "tengan un sustento económico".

Al mismo tiempo, el cocinero señaló que en Estados Unidos los migrantes son forzados "a trabajar en condiciones muy malas". "Nos pagan barato, pero cuando ya no nos necesitan, vamos para fuera", expuso.

Aunque García reconoció que el tratado de libre comercio con Estados Unidos y Canadá ha traído beneficios para el país, también ha provocado "una devastación del campo mexicano", al volver "muy baratas" las ganancias y "muy caro" el costo de sembrar y cultivar, a la par de causar que muchos agricultores opten por ir a trabajar el campo estadounidense.

Tal fue el caso de su familia, recapituló García, al recordar que de niño pensaba "que jamás iba a regresar a México", y durante toda su infancia y adolescencia vivió con la mentalidad "de que México es un país donde no se no se puede avanzar".

Pero todo cambió en 2007, cuando fue deportado por segunda vez y se le prohibió regresar a Estados Unidos, tras haber reincidido luego de su primera expulsión en 2000.

Desde esa vivencia, García se mostró "orgulloso de ser una persona que migró y que decidió, en algún momento que lo deportaron, ya no regresar" y desarrollarse en su país.

El ‘sueño mexicano’

Ahora, tras alcanzar en junio pasado su primera estrella Michelin con Máximo -un restaurante que fusiona la cocina mexicana con técnicas francesas y desde 2015 se mantiene en la lista ‘Latin America’s 50 Best Restaurants’-, García está convencido de que el «sueño mexicano» sí existe.

"México es un país con oportunidades, sí existe el sueño mexicano. Yo conozco mucha gente que se ha regresado de Estados Unidos y le va súper bien aquí, pero lo más importante ni siquiera es tener dinero para comenzar, lo más importante es creer en ti", afirmó el afamado chef.

En su equipo, García también ha sumado a otros mexicanos que han vuelto de Estados Unidos con experiencia en la cocina, donde cree que hay una "oportunidad enorme" para crecer.

"Tengo uno (empleado) que acaba de iniciar conmigo la semana pasada, que estuvo trabajando allá legalmente, pero del miedo por verse cómo se ve (…) no quería que le pasara lo que le estaba pasando a los que están metiendo a la cárcel por ser (de piel) café", relató García.

Para este chef mexicano, lo más valioso de los reconocimientos es el "trabajo en equipo", pues él "solo no lo hubiera podido lograr".

No obstante, su visión va mucho más allá de las estrellas y los premios, como embajador de Save the Children, García organiza alrededor de veinte cenas al año y los beneficios van directo a la organización civil.

Y sueña con que "todos los restauranteros" hagan al menos una cena dedicada a la ONG, la cual le "tocó el corazón" tras haber sido un niño migrante.

Lee más:

Edición: Fernando Sierra


Lo más reciente

El fin de una era en la SCJN

Editorial

La Jornada Maya

El fin de una era en la SCJN

El antropólogo Víctor Arturo Martínez, nuevo director del Centro INAH Yucatán

El funcionario buscará proteger, conservar y divulgar lo relativo al patrimonio cultural de la entidad

La Jornada Maya

El antropólogo Víctor Arturo Martínez, nuevo director del Centro INAH Yucatán

Corte avala extensión de mandatos judiciales en Yucatán hasta 2042

Algunos magistrados afectados por la norma vigente desde 2024 están vinculados al ex gobernador panista Mauricio Vila

La Jornada

Corte avala extensión de mandatos judiciales en Yucatán hasta 2042

Refuerzan acciones interinstitucionales ante fenómeno de marea roja en Yucatán

Actualmente el polígono restrictivo comprende 15 kilómetros mar adentro, de Progreso a Sisal

La Jornada Maya

Refuerzan acciones interinstitucionales ante fenómeno de marea roja en Yucatán