Abraham Bote
Foto: Facebook @HUNABproyectodevidaAC
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Miércoles 20 de mayo, 2020

HUNAB proyecto de vida informó que la pérdida material que ocasionó el incendio a sus instalaciones y al Parque Ceiba Pentandra, se estima entre 7 y 9 millones de pesos.
“Con una gran tristeza compartimos que hemos perdido las instalaciones y el mobiliario con el que recibíamos a los niños y niñas de HUNAB. Con la pandemia las sonrisas de los niños dejaron de ambientar nuestros jardines y palapas, pero todos manteníamos la esperanza de reactivarnos con el calendario de la SEP”; indicó la agrupación en un comunicado.

Por lo tanto, solicitaron el apoyo de la ciudadanía, donaciones, voluntarios y demás personas que deseen apoyar para poder levantar este proyecto con más de 20 años promoviendo una educación ambiental y conservación animal en el estado

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La organización ambientalista detalló en un boletín que ayer, martes 19 de mayo, un terreno baldío de enfrente del parque se incendió y bastó que el viento acarreara una leve flama para empezar a incendiar la palapa del Laberinto de la cultura del agua, equipada con iluminación y equipo de sonido, la cual servía como bodega temporal donde guardaban cosas de construcción como andamios, blocks, carretillas, etc. y otras cosas que usaban como un refrigerador, mil marcos de madera para recaudación, etc.

A su vez, hicieron hincapié en que el incendio no inició en HUNAB, y anunciaron que subirán evidencias de que el siniestro comenzó en el terreno de enfrente y levantarán la denuncia correspondiente, además aseguraron que no se trató de un corto eléctrico, pese a ser palapas, “habíamos recibido donaciones que nos permitieron desde el 2016 colocar instalaciones eléctricas con tubos de metal (mucho más caro que hacerlo de forma tradicional ) con esto el riesgo de incendio por corto era casi nulo. Teníamos extintores, pero no fue necesario el uso”.

También, agregaron que no tuvieron electricidad, circunstancia la cual desconocen la causa, “pero cuando corrimos para extender las dos mangueras industriales de 100 metros cada una y de 1.5 pulgadas (como lo planeamos en caso de contingencia), simplemente no teníamos luz”.

“Corrí para cerciorarme que había activado el break correcto, pero no funcionó, corrí a la otra esquina del parque donde está el break principal, estaba bien y por si las dudas lo moví para asegurarme y en eso, una chica del staff solo gritó “no tenemos electricidad, otra vez se fue la luz”. Regularmente se va la luz en la colonia Nuevo Yucatán, y si llueve es peor el servicio. Por mi mente sólo pasó la resignación de que perderíamos todo lo material y temíamos lo peor, que se extendiera al último edificio: la oficina. Todos corrimos para sacar a los animales y después nos acordamos de nuestras únicas cuatro computadoras que tenemos para trabajar diariamente y pudimos sacar, se relata en el comunicado.

“Es el Parque HUNAB el que ha perdido sus instalaciones y su mobiliario para atenderlos de forma presencial, y será en esta semana que podremos cuantificar los daños materiales. Hoy ya no tenemos instalaciones para recibir a las visitas escolares que esperaban “Descubrir los tesoros de la abuela Tierra”, el área de hortalizas con las zanahorias, tomates, cilantro, etc. Las compotas y parte del jardín de plantas medicinales se quemaron, perdimos materiales especializados para las mentorías (como los microscopios, brújulas, lupas, telescopios, etc.), el proyector, pantallas y equipo de sonido, nuestro mobiliario (mesas, sillas, ventiladores, pizarras, foamis, etc.), materiales pedagógicos y la ludoteca, nuestro almacén de papelería que se caracterizaba por ser como “el buffet para hacer trabajos manuales y artísticos” para los niños de HUNAB, las semillas, hemos perdido todo lo que utilizaban.

[b]¿Qué sigue?[/b]

Informaron que el ingeniero y Protección Civil determinarán si hay que demoler los restos estructurales de las palapas, que, por los tubos doblados por el fuego, hacen ver que así será; también deben limpiar los escombros de forma segura, ya lo que queda son cenizas; levantar nuevos salones para los niños, por lo que buscarán donaciones económicas y en especie. “Somos una donataria ecológica, así que las empresas que deseen donar pueden deducirlo de impuestos. Pero para construir, debemos apegarnos a las medidas de salud, dictadas por la pandemia”, expresaron.

A la par, señalaron que necesitarán muchos voluntarios, “cuando el gobierno de instrucciones de que podemos con sana distancia reactivar acciones como el voluntariado, requeriremos de muchas manos y muchos materiales para empezar de nuevo”.

Edición: Ana Ordaz


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