Solidarios yucatecos apoyan a familia damnificada por explosión de pirotecnia

Graciela H. Ortiz
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Jueves 2 de enero, 2020

“Ya han pasado como mil personas a dejarnos cosas, pero no sólo de Mérida, han venido hasta de Caucel, la gente es muy solidaria”, dice entre agradecido y resignado Román Ciau Ek, el dueño de la casa que colinda con la vivienda donde el pasado martes 31 de diciembre se produjo una explosión, debido al almacenamiento de pirotecnia, que dejó como saldo un fallecido y tres menores lesionados.

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Ropa, víveres, pañales, agua, leche para bebé, zapatos, juguetes y cobertores, entre otras cosas, se amontonan en el pequeño espacio del Centro de Desarrollo Comunitario Francisco Villa, que se encuentra al lado del Polifuncional Francisco Villa Oriente, lugar que el Ayuntamiento de Kanasín les ha proporcionado para que viva la familia conformada por el matrimonio de Román y Seidy, con sus hijas Nicole y Karen, y sus tres hijos menores que sufrieron lesiones, Margarita (de 10 años), Ángel (7) y un bebé de dos meses.

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Tanto Margarita como el bebé, fueron atendidos por inhalación de humo y ya están con sus padres, en tanto Ángel continúa ingresado en el hospital T1 del Seguro Social, tras ser operado de la cabeza por un coágulo y, si bien está estable, es probable que sufra la pérdida de uno de sus riñones.

Por su parte, Miguel Ciau Moo, sobrino del dueño de casa, agradeció a la ciudadanía por la ayuda recibida, al tiempo que solicitó se los apoye con materiales de construcción o dinero para poder rehacer la vivienda.

“Lamentablemente no podemos entrar, ya no se puede habitar porque corre el riesgo de venirse abajo”, señaló Román Ciau.

[b]El hecho[/b]

La señora Seidy recuerda que eran 10 para las ocho de la noche, “yo estaba a punto de servir sopa fría para los niños y mi hija, luego cenaríamos, cuando escuché la terrible explosión y vi como el techo se venía abajo”.

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Agrega que entre los vecinos y ellos mismos rescataron a los niños, pero Ángel estaba afuera y “no sabemos que pasó, creo que por el humo no pudo ver nada y fue el que sufrió las heridas”.

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“Esta casa la habíamos construido de cero, teníamos el terreno e hicimos la vivienda, ahora no tenemos nada”, se lamenta.

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El espacio donde habitan es pequeño, y además se ve más reducido por la cantidad de productos, mientras tanto la gente sigue llegando con bolsas, les dan la mano, los abrazan, intentan darles palabras de consuelo; en el ambiente se respira tristeza, pero también agradecimiento y esperanza.

[i]La Jornada Maya[/i] visitó el lugar del siniestro con el dueño de casa y su esposa, todavía huele a pólvora, la escena es impactante, de la casa donde almacenaban la pirotecnia sólo quedan escombros, mientras que la vivienda de la familia Ciau, está parcialmente derrumbada.

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Los vecinos miran y salen a saludar y a consolar a la familia, la policía municipal cuida la zona para que nadie acceda a los predios.

“Nosotros ni sabíamos cómo se llamaba el señor, sólo que vivía con su esposa. Quién sabe qué pasó con ella, porque sólo encontraron un cuerpo. No teníamos idea que almacenaba pirotecnia”, concluye la señora Seidy.

La familia vivirá en el Centro Comunitario por tiempo indefinido, por lo que seguirán recibiendo ayuda y apoyo de todos aquellos que quieran acercarse.