Wilbert Flores Be de Tiholop, en el municipio Yaxcabá, lamenta que con la tormenta tropical Grace “nos fue muy mal porque nosotros como somos campesinos, se destruyó toda la milpa, no hay reparación, ya estuvo”.
El afectado desconoce qué pasará ante la pérdida de su producción de maíz, pues con la tormenta tropical perdieron desde la raíz sus siembras.
Pero la situación es aún más grave porque no solamente perdieron las cosechas de este año, sino también las del año pasado con la tormenta tropical Cristóbal, “ese año que pasó también, lo mismo sucedió, yo estaba a punto de dar mi cosecha y viene y se lo llevó todo”.
Lo único que pudo recuperar el año pasado fueron las semillas, mismas que sembró para la cosecha de este año y ahora Grace también la derribó “dos años seguidos”.
Quisiera obtener ayuda, aunque desconoce cómo podrían apoyarle; reconoce falta de esperanza porque su único rayo de luz era la cosecha y ahora que la han perdido no sabe cómo subsistir, debido a que no es el único afectado y cuando va a comprar maíz no consigue.
“Si alcanzaste sólo hasta 10 kilos te venden, si hay cinco personas en una casa no da”; por eso, en junio decidió comprar en Morelos porque allí vive una de sus cuñadas y consiguió cinco bultos de maíz.
En fechas recientes, de igual forma su cuñada vino a Mérida y les trajo una bolsa, “es una ayuda”; pero calcula que al día necesitan entre seis y ocho kilos diarios porque también les dan a las gallinas y “los pollos, ellos tragan”.
En tiendas particulares encuentra elevados los precios del insumo, alcanzando hasta 530 pesos el bulto, mientras que, en la tienda comunitaria, Conasupo, el precio baja hasta 280 pesos la misma cantidad.
“Es la base de la vida, si no hay eso no podemos sobrevivir, sólo galletas, sólo barras, no aguanta, en cambio si comes tortilla con tu comida hasta puede pasar todo el día y no has comido nada”, dice.
También Magdalena, de Xuxcab, Kaua, lamenta haber perdido su siembra con las lluvias del año pasado, “pero justo ahora cuando ya se sembró el elote, ya estaban creciendo los maicitos, tenían como metro y medio de altura y ahora con lo del huracán los que ya fueron a ver sus milpas dicen que se perdió”.
Aunque ella aún no ha visitado la milpa, cuenta que al mirar cómo sufrió las consecuencias su huerto, puede darse una idea de cómo estará la milpa y espera que les puedan apoyar con este producto.
Además de la pérdida de sus cosechas, la situación es aún más complicada con el alza en el precio del producto, “no sabemos qué nos espera en estos días que no hay maíz, seguramente va a costar más caro”.
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