Forrest Gump alemán cumple 365 días viajando por el mundo al pisar Mérida

Jonas Deichmann, conocido como “Forrest Gump alemán” no lleva más que una mochila ligera con alimentos, bebidas, electrónicos y algunos recuerdos, aunque la mayoría los lleva en el corazón para los 22 mil kilómetros que ha recorrido y los que le faltan.

Un viaje por el mundo por sus propios pies y el impulso de la bicicleta es lo que Jonas está haciendo, de Múnich a Múnich, en un triatlón de 360 grados para recaudar un euro por cada kilómetro que recorre y ayudar a infancias de África a llegar a la escuela, con ayuda de la asociación World Bicycle Relief.

De México, luego de cuatro meses de recorrido, no solo se lleva memorias, cuenta en sus últimos kilómetros, “voy a salir de México con amigos para toda la vida, México tiene un lugar aquí en mi corazón. ¡Viva México!”.

Hace un par de años cruzó África en tiempo récord en bici y, al finalizar dicho logro, pensó que podía dar un mensaje sobre disciplina, más allá de andar sobre las dos ruedas y, junto con su sueño de dar la vuelta al mundo, “nació la idea”; pues ya tenía seis récords mundiales por recorrer cada continente en bici en el menor tiempo.

Nadie lo había hecho, por eso, en cuanto tuvo la idea, supo que quería hacerlo; aunque en su recorrido luego de ir de cruzar Europa y Asia, se dirigía a Estados Unidos para atravesar de costa a costa, al llegar allí, no pudo entrar debido a la contingencia por Covid-19.

Allí fue cuando los planes tuvieron que cambiar y redirigió su camino hacia México, “y estoy muy feliz que acabó aquí porque México fue espectacular”; aunque el calor ha complicado un poco el recorrido y comienza el día con 10 km/h, pero lo finaliza más lento porque le cansa la temperatura.

Aunque aquí no termina su recorrido, ahora tomará su maleta ligera y sus recuerdos infinitos para viajar hasta Cancún para finalizar el recorrido por el país y continuar hacia Portugal y luego de regreso hasta Alemania en bici, “ahí en Alemania termino”.

Estima que será en noviembre cuando pise sus tierras alemanas, donde tomará unos meses de descanso para luego volver a México, pero ahora de vacaciones “solo Margarita, una buena hamaca en la playa y ya está”.

Después de ese descanso, ya tiene planeado su siguiente proyecto, sin embargo, por el momento continúa guardando el secreto de lo que hará.

Reconoce que en todo el mundo hay muchos problemas actualmente por la pandemia, “pero viajando en el mundo estoy viendo que la calma de la gente es muy buena y eso me da la confianza de que el futuro va a ser bueno”.

Desde hace cinco años que no tiene casa, como un edificio construido, porque su hogar lo guarda en unas cuantas pertenencias y lo lleva consigo a donde quiera que vaya viajando. “Es un estilo de vida, me gusta muchísimo”.

Esta forma de vivir, hasta ahora, no le ha permitido vacunarse contra el Covid-19; pero espera que al llegar a Cancún pueda hacerlo, mientras tanto, cuida la distancia con las personas y mantiene la mascarilla puesta, lo cual le ha resultado en prueba negativas a la enfermedad. “En el peor de los casos será lo primero que haga cuando llegue a Europa”.

“Es muy importante tener sueños […] Mucha gente nunca da el primer paso para seguir sus sueños porque es más fácil estar en la zona de confort y no cambiar las cosas, es muy difícil cuando se tiene un sueño grande, pero vale la pena luchar para eso”.

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Edición: Laura Espejo