Como una propuesta para contribuir a la recolección del sargazo en las playas, desde el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) crearon un proyecto para la elaboración de jabones a partir de éste y otros residuos; sin embargo, continúan a la espera para poder retomarlo debido a la contingencia.
La doctora Beatriz Escobar Morales, investigadora de la unidad de energía renovable del CICY cuenta que cuando comenzaron las problemáticas del sargazo en grandes cantidades a la orilla del mar, la investigación surgió para contribuir a disminuirlo.
El proceso consiste en recolectar el sargazo y secarlo al sol, para luego molerlo y utilizar el polvito para hacer un tratamiento térmico en una atmósfera controlada, de donde obtienen un bio-carbón que tiene diversidad de aplicaciones (mascarillas, exfoliantes, pasta de dientes, etc.).
La porosidad determina la aplicación para la cual pueden utilizar el bio-carbón que, en su mayoría lo obtuvieron con alta porosidad, pero también hicieron de baja porosidad, con el cual empezaron a realizar los jabones.
La intención al crear estos jabones fue utilizar todo lo que las personas consideran un residuo que nadie quiere, como el sargazo que está altamente disponible y “da solución a un problema”, pero también con aceites de cocina utilizados y sobras de naranja de jugos.
“Parecía fácil, pero al trabajar con productos que son residuos y ya no tienen las mejores condiciones, empiezan los retos importantes”, tuvieron que realizar diversas pruebas hasta encontrar la fórmula perfecta.
Al principio los jabones olían mal y no tenían espuma, recuerda, por lo cual comenzaron a agregarles fragancias de lavanda, por ejemplo, y colores para hacerlos más atractivos.
Hasta ahora, el proyecto se encuentra paralizado debido a la pandemia, pues su realización, en parte, dependía de la ayuda de estudiantes, quienes aún no pueden retornar al centro de investigación, pero espera que esto ocurra pronto.
Aunque reconoce que el sargazo tiene una función natural en los ciclos de la tierra, como la alimentación de los peces, al ser tanto, indica que ya es un problema; en particular, este 2021 ha roto todos los retos en cantidades de sargazo que saca el mar y considera que la atención no ha sido enfocada a ello por la COVID-19.
Al 13 de junio de este año ya sumaban 15 mil 597 toneladas de alga recolectadas en la playa de Quintana Roo, más 668 toneladas capturadas en el mar, informa; explica que es mejor recolectar desde el mar porque en la playa ya es un problema, en cambio así se previene y se saca sin arena ni olores desagradables.
“Definitivamente retirar el sargazo es una prioridad porque es demasiado”, apunta que hay toneladas diarias y no hay dónde colocarlas, se les tiene que dar un uso.
Su propuesta hacia los hoteles es colectar el sargazo, convertirlo en jabón y utilizarlos para los baños de las habitaciones con la explicación de dónde viene, “al turismo le va a encantar” y al mismo tiempo contribuye a solucionar una problemática.
Edición: Laura Espejo
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