Opinión
Normando Medina Castro
25/06/2025 | Chetumal, Quintana Roo
La escasa y nula experiencia, formación académica y política, aunado a la carencia de valores de los empoderados a través del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) han impedido los avances de una transformación firme en todo el país, con instituciones sólidas, rendición de cuentas, transparencia y cero tolerancia a la corrupción.
La realidad que se vive en los Estados y municipios gobernados por Morena y sus aliados no difiere mucho de la que existía en el satanizado régimen anterior, incluso en algunos rubros se ha empeorado debido a que a las carencias personales y se suma la falta de control de la actual cúpula de poder, incapaz de exigir cuentas y sancionar de manera eficaz a quienes se apartan en los hechos del ideario cuatroteista: no robar, no mentir, no traicionar.
Desde que asumió el poder la “izquierda” con Andrés Manuel López Obrador en 2018, hasta la actualidad en la que gobierna Claudia Sheinbaum Pardo, no ha habido acciones sistemáticas contra la corrupción y la impunidad, que más bien gozan de “buena salud”.
Una de las “estrellas de la mediocridad” cuatroteista, Zoé Robledo, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, alabado con frecuencia por López Obrador, que presume “la transformación del sistema de salud en IMSS Bienestar” es exhibido por la realidad del servicio deficiente en muchísimas clínicas con procedimientos administrativos marcados por el centralismo y la ineptitud, como ocurre en la clínica del IMSS de Chetumal, cuyas instalaciones no son funcionales por el descuido y el abandono, con fugas de agua, plafones caídos, casi siempre sin sistema para dar de alta a usuarios, plantas de energía de emergencia inoperantes, carencias de medicamentos y materiales, en suma, un largo etcétera denunciado por los mismos empleados que piden la renuncia de la directora Fabiola Leonor Méndez y el administrador Wilberth Gutiérrez. Eso sí, el delegado Javier Naranjo Michel, procedente de oficinas centrales y sin ningún vínculo con Quintana Roo, presumió una inversión millonaria en esa clínica que no supervisa.
El IMSS en tiempos del PRI fue ejemplo de eficiencia en varias etapas, con directores formados y preparados como Carlos Gálvez Betancourt, Arsenio Farell Cubillas y Ricardo García Sainz. Todos con carrera político administrativa y sensibilidad social. García Sainz fue una autoridad a nivel internacional en Seguridad Social. Fue director general del IMSS de 1982 a 1991, periodo en el que la dependencia servía a la población con eficiencia y humanismo, sin AMLO. García Sainz recorría las clínicas del país incansablemente, sin previo aviso y aplicando sanciones fulminantes contra los malos servidores públicos, los mejores planes e ideologías sucumben con personas inadecuadas. El finado quintanarroense Erick Paolo Martínez fue un referente regional del IMSS humanista y eficiente.
Es lamentable la serie interminable de desatinos de las y los alcaldes de “izquierda Verde-Morena” en Quintana Roo. La alcaldesa de Felipe Carrillo Puerto, Maricarmen Hernández no participó en los eventos que encabezó en su municipio, la Presidenta Claudia Sheinbaum y la gobernadora Mara Lezama, “el horno no está para bollos”. La zona maya sumida en la pobreza, la inseguridad y la desesperanza, igual que otros municipios como Othón P. Blanco y Bacalar, ahora padecen el flagelo del crimen organizado. En fin, son cosas que pasan en nuestro país y en nuestro caribeño Estado.
¡Hasta la próxima!
Edición: Fernando Sierra