Rodrigo Cárdenas López, representante vecinal de Paseo de las Fuentes, lamenta que, desde hace 15 años, el andador, predio 432 calle 98 de su colonia, fue vendido, a pesar de la promesa del entonces presidente municipal, Manuel Fuentes Alcocer, quien, en su último año de mandato, aprobó fraccionar en 24 partes y vender dicho andador; problema que continúa a la fecha, pues denuncian que un vecino, Ariel Q., insiste en apropiarse del espacio.
Cárdenas López recordó que desde la primera vez que la comunidad de la zona supo que planeaban vender los 4 mil metros cuadrados del andador entablaron un diálogo directo con el entonces alcalde de Mérida y, no solamente les prometió que no se vendería, sino que “se hizo un proyecto para mejorarlo” y la vecindad contribuiría con los costos para ello.
“El nombre del fraccionamiento Paseo de las Fuentes se liga a este andador”, dijo al recordar que fue habilitado por el propio fraccionador.
Para poder dividir y vender el terreno, señaló, Fuentes Alcocer puso el tema en una sesión de Cabildo para que el terreno pasara a ser propiedad del Ayuntamiento en 2007; entonces lo vendieron a quienes tenían propiedades que colindan con el andador.
“No todos los bloques se venden porque se dan cuenta que era algo que no podía ser, ¿cómo vas a tapar un andador?”, pero ahí no acabó el problema.
Incluso quienes tenían los permisos y documentación en regla, no pudieron construir, pues el área jurídica del propio Ayuntamiento determinaba que había “incertidumbre jurídica”, situación que orilló al municipio a darles otras alternativas: elegir otro terreno en la ciudad que le perteneciera o regresarles el monto que habían pagado.
Hoy en día, Ariel Q. ya está llevando el material necesario para llevar a cabo la construcción detrás de su hogar y esto, explicó Rodrigo Cárdenas, implica cerrar el andador, “creo que la fracción más grande que se hizo él la compró porque fue el orquestador de este movimiento para pedirle al Ayuntamiento que se fraccione”.
Para lograr ese objetivo, aseguró, hubo muchas mentiras de por medio, pues decían que se trataba de un lote o terreno baldío sin ninguna función, “cuando es un andador con luminarias y lograron engañar a las autoridades, también por incompetencia de las autoridades que no fueron a supervisar o a checar el terreno porque se hubieran dado cuenta de que no era un terreno baldío".
Toda la situación, expuso, ha impedido que el andador tenga las mejoras previstas, pero también pone en riesgo las áreas verdes que son pulmón de la zona poniendo, “estamos hablando de 30 árboles de más de 25 años”.
Extendió que incluso la fauna tiene un espacio gracias al andador, pues hay loros, lechuzas y otras especies, “con ese terreno que quieren cerrar quedarían dentro tres árboles grandes, ¿crees que no los van a talar?”.
Edición: Laura Espejo
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