En Mérida, madre denuncia violencia vicaria; pide rencontrarse con su hijo

Anijenny Gamboa Pacheco denunció ser víctima de violencia vicaria y pide ayuda tras la sustracción de su pequeño A.S.G. por parte de su padre en noviembre de 2021.“Mi familia y yo como madre nos encontramos muy desesperados, ya que no sabemos de qué manera actuar ante la situación que estamos viviendo”.

En noviembre, cuando la abuela y abuelo paternos de su hijo le llamaron para decirle que querían celebrar las fiestas decembrinas con el niño en Puebla, reconociendo que en el divorcio su pareja tiene el convenio para que pueda ver al infante en fechas acordadas, Anijenny Gamboa aceptó.

El trato era que luego del Día de Reyes, 6 de enero de 2022, su hijo estaría de vuelta en Mérida; sin embargo, el acuerdo no fue cumplido y cuando preguntaba le decían que por temas económicos no podrían volver, así como que había repunte de ómicron en Puebla.

“Siempre fui insistente para saber cuándo me lo regresarían o ir por él… Todo el tiempo me engañaron diciéndome que me regresarían a mi niño en marzo del 2022”, aunque en todo el tiempo que su hijo estuvo allí, mantuvieron comunicación constante, el 19 de marzo recibió un mensaje notificando que tenía una audiencia debido a que un juez argumentaba que su hijo ya no quería regresar con ella.

Ese mismo día, antes de recibir la notificación, ella insistía en que regresara porque las clases presenciales ya comenzarían; “es importante recalcar que yo tengo guarda y custodia de mi hijo”.

Ante tal aviso, viajó hasta Atlixco, Puebla, al juzgado indicado, en donde “me es negado ver el expediente. Estuve horas en ese lugar y nunca me mostraron el documento donde avala que soy yo la que tiene la guarda y custodia de mi hijo”.

Viendo el panorama y la falta de atención, optó por acudir al domicilio de los abuelos paternos, donde estaba el niño, “pero no me permitieron hablar con él a solas, en todo momento la familia estuvo; en lugar, estos se encontraban acosando y hostigando al menor, obligándolo a la fuerza a que no regresara conmigo. En este lugar fui amenazada y recibí violencia física por parte del abuelo paterno”. 

“En ese momento me sentí de la peor manera, me sentí desubicada y por ignorancia regreso a Mérida sin el niño”, al llegar, acudió a la  Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (Prodennay) donde ya había interpuesto una denuncia y quería conocer los avances.

“Sin embargo, en este lugar no me han asignado ni siquiera un abogado y mucho menos han enviado alguna notificación al estado de Puebla, aún peor ni siquiera ha procedido”.

Su única petición ahora es que las autoridades la escuchen y actúen, que no realicen “un carpetazo más”, “necesitamos apoyo y que respalden y hagan valer mi derecho como madre […] Desde el momento en que yo dejé a mi ex pareja la única que se ha hecho responsable del menor he sido yo, mi hijo ha crecido en un ambiente sano y jamás he sido un mal ejemplo para él, fui madre soltera durante 8 años del menor, y desde que regrese al estado de Mérida ha estado conmigo viviendo y estudiando”.

Es por eso que hoy, “acuso a la familia Salazar así como a mi ex pareja de manipular y ejercer presión ante el niño”. Aseguró que su lucha continuará hasta que su hijo pueda volver a estar con su hermanita, que también lo extraña mucho, dijo.

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Edición: Estefanía Cardeña