Las mujeres jaguar sostenemos al mundo: Margarita Robleda

Por su contribución al sector, Margarita Robleda Moguel se hizo acreedora al título de Mujer del Año en el Jaguar del Turismo 2022. Para ella, el galardón representó una tribuna para recordarle al mundo que, como ella, hay una gran cantidad de mujeres jaguar que aún permanecen el anonimato: “Nosotras sostenemos al mundo”.

Es el quinto año que el Jaguar del Turismo reconoce el trabajo de gente del sector. Por primera ocasión, recordó, se premió a personas de otros estados.

“Para mí fue una sorpresa, porque soy hotelera pero se me conoce más por mi trayectoria artística, tengo 45 años dedicada a ello. He publicado 130 libros y más de 100 canciones. El reconocimiento que me hicieron fue por mi trabajo en las comunidades”, señaló.

A partir de ahí, la empresaria se volcó a investigar sobre los jaguares y llegó a la conclusión de que la hembra es quien cuida a los animales de la selva: “Me encantó esa imagen. Siempre digo que, como anfitriona en El Mesón de la Luna, yo soy la luna llena que acompaña, sana y consuela”.

En su papel de anfitriona, prosiguió, ha buscado que quienes acudan al Mesón (en Mérida) se puedan relajar, se sientan arropados y acompañados. También le preocupa que la comida -que es orgullosamente peninsular- sea muy sabrosa.

“Orgullosa de ser peninsular, hay cuartos como hamaqueros, algo que sólo sucede en los pequeños hoteles del centro, pero a quienes somos peninsulares nos gusta dormir en hamaca”, sentenció.

Al construir el hotel, detalló Margarita Robleda, se cuidó de que contara con amplios espacios en donde se procuró también el aprovechamiento de la luz natural, las corrientes de aire y el agua de lluvia: “Todo al cuidado de la naturaleza”.

Recordó que solicitaron al ayuntamiento de Mérida el terreno adjunto para construir dos parques en beneficio de la comunidad, lo que contribuye a que sean una empresa socialmente responsable.

La escritora acaba de regresar de una gira en la que promovió su trabajo pero dijo que durante la pandemia le fue muy difícil llevar a cabo esto. No obstante, señaló que no dejó de acudir, en medida de lo posible, a las comunidades yucatecas.

“Hay 10 bibliotecas en Yucatán que tienen mi nombre. Ha sido toda una vida dedicada a hacer este papel de luna llena o de mujer jaguar, pendiente de sus hijitos”.

Es también a través de su columna en este rotativo que Robleda Moguel invita a reflexionar: “Parece que estamos en una carrera loca hacia ninguna parte, que a la gente lo único que le interesa es estar entretenida y el mundo se nos deshace entre las manos”.

Incursión en la hotelería

Margarita Robleda inició su carrera como hotelera siendo asesora del secretario federal de turismo, Pedro Joaquín Coldwell y al regresar a Mérida luego de una larga temporada -de 30 años- en la Ciudad de México (CDMX) se dedicó de lleno a ese ámbito.

“No había espacio aquí, el centralismo de México me obligó y tenía tres cosas en contra: Era mujer, escribía para niños y provinciana. Me di cuenta que lo único que podía cambiar era irme a la CDMX”, sostuvo.

Entró al mundo del turismo y le encantó la idea de ser anfitriona. Así tuvo la idea de construir un hotel con amplios espacios y trato amable: “Cuando regresé a Mérida (hace casi 20 años), Altabrisa estaba empezando y solicité un terreno para lanzarme a la locura de construir un hotel”.

A Margarita Robleda el hecho de haber ganado el premio le permitió recordarle al mundo la cantidad de mujeres jaguar anónimas que hay: “No soy la única, reconozco a mis abuelas, a mi madre, a mis hermanas, a mis amigas, a la gente de los pueblos. Las mujeres sostenemos el mundo y no somos conscientes de eso”.

Lee: La mujer jaguar

Más libros y abrazos

En cuanto a los retos de la industria, Margarita Robleda comentó que el sector turístico tiene varias situaciones en contra. Una de ellas, lamentó, es la emergencia de las rentas de departamentos, lo que ocasiona que la gente los compre para transformarlos en negocio.

“El auge de la industria inmobiliaria también es para eso. Es una situación, pero tengo la confianza de que el trato personal tendrá más fuerza, que te sientas en casa cuidado, protegido y mimado es la vocación. Los yucatecos somos gente muy gentil y eso debe impactar”.

Sobre sus metas personales, la empresaria hotelera aseguró siempre estarse reinventando: “Comencé cantando canciones de protesta; las transformé en metáforas y ahora me interesa terminar mi novela que se llama Mi abuela tenía razón”. 

“Me encanta trabajar con los jóvenes, siento que están muy solos. Estoy muy contenta y con muchos deseos de seguir acercándome a este grupo de personas; porque soy una chamaca y seguiremos adelante".

"Más libros y abrazos, cero balazos. Necesitamos alimentar la cabeza con pensamientos estimulantes y llenar nuestro corazón de amor para construir la paz, que no es una bonita que nos cae del cielo, hay que invertirle tiempo, dinero y esfuerzo”, advirtió.
 

Edición: Estefanía Cardeña