Especial: Cupido dispara a ciegas
Para esta historia cambiaremos los nombres reales de las personas protagonistas: René creció pensando que el amor verdadero debía ser exclusivo, posesivo y lleno de celos. No podía concebir que su pareja amada pudiera sentir atracción hacia otra persona. Para él, eso era casi un crimen. Sin embargo, cuando él llegaba a tener esos sentimientos, la culpa lo invadía; a veces, no obstante, al final sucumbió ante los placeres carnales y le fue infiel a Romina, su novia de más de cinco años. La relación terminó.
Luego de varios años, de sesiones de terapia, leyendo sobre el tema, nuestro amigo aprendió que amor no es poseer; no es amarrar a la otra persona; amar significa libertad para que cada quien pueda estar con quien desea; pero sin lastimar a otras personas. La honestidad debe prevalecer. “Amar sin amarrar”, como canta el músico Pedro Pastor.
Para mantener una relación de pareja sana; ya sea monógama o abierta, hay que reflexionar, mirar a la otra persona y reconocer que es alguien libre, autónoma que merece ser feliz, y amar a quien desee, reflexionó la psicóloga Cecilia Mijares Gallegos.
“Mirar al otro como un ser humano que tiene derecho a ser libre, a tener los vínculos y las amistades que quiera", afirmó.
Además, agregó: “Mirarse a uno mismo como digno de amor, y saber que si mi pareja siente atracción o afecto hacia otras personas, no implica que me va a dejar de amar”.
A su vez, indicó, hay que respetar los acuerdos, ser honesto, y tener una responsabilidad afectiva, hacernos responsables de nuestras acciones, que pueden dañar o hacer sentir bien a otra persona.
De acuerdo con la autora del libro "Relación abierta: Un peso por cada yo no podría", a diferencia de la monógama, una relación abierta es cuando no hay exclusividad, se pueden tener vínculos sexoafectivos, eróticos, amorosos o románticos con más de una persona; creando sus propios acuerdos y límites, que deben ser respetados.
¿Qué impactos o beneficios tienen en la salud mental?
En una relación ya sea exclusiva monógama o abierta, explicó, si las personas que son miembros, aunque solo sean dos, no han trabajado en sus inseguridades o no ha reflexionado acerca de qué quieren de la pareja, van a surgir situaciones difíciles que pueden impactar de manera negativa, como celos constantes, o violencia. Y si son abiertas, estas situaciones negativas pueden abarcar a más personas.
No obstante, recalcó la especialista en sexualidad, si los miembros de una relación, sí han trabajado en sí mismos, en procesos terapéutico, de crecimiento y saben establecer sus límites, respetar acuerdos, y, sobre todo, respetar a la otra persona, aunado a una buena comunicación, podrán tener una relación más sana.
“Cuando en los miembros de una pareja no monógama (abierta) hay confianza, hay comunicación y hay respeto, se pueden vivir experiencias muy bonitas que llegan a más personas”, expresó.
La terapeuta recalcó que este tipo de relaciones abiertas necesitan un nivel de reflexión profundo, no se trata de sólo buscar vincularse con otras personas, cuando no tiene una responsabilidad afectiva. “Ser consciente de que lo que yo haga va a impactar de alguna manera al otro, si ya tengo un acuerdo con una persona de que no vamos a tener relaciones sexuales en un acama que compartimos, hay que estar consciente de que si rompo este acuerdo puedo lastimar al otro”, ejemplificó.
Y de romper algún acuerdo, ser responsable de tus actos y no “lavarse las manos”, agregó.
A su vez, dijo que al abrir las relaciones se podrían manejar mejor esos sentimientos de culpabilidad, que se tienen al sentir atracción por otra persona que no es mi pareja exclusiva; pues es natural sentir atracción por otras personas.
“Es completamente natural; de hecho, la propuesta de las relaciones no monógamas, también parten de que el amor no es restar, sino multiplicar”.
Amor romántico
Por años, gracias a la educación rígida conservadora, aunado a las películas y novelas, se ha promovido una visión del amor romántico, de que amor significa no estar con alguien más; de que el amor dura para siempre. “Quien te ame nunca va a tener ojos para nadie más”, algo que hay que ir derribando.
“La pareja no es de tu propiedad, es una persona libre y que como persona libre está en su derecho de involucrarse con quien quiera”, afirmó.
A su vez, la psicóloga dijo que hay que tener un excelente manejo de las emociones, sobre todo los celos. “Si entiendes que tu pareja es libre de estar con otras personas y eres consciente de que la persona no te va a dejar de amar por estar con otras personas puedes manejar mejor los celos”, subrayó.
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