La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) presentó un diagnóstico ambiental al gobierno de Yucatán en el que, mediante muestras, analizan el impacto de las granjas porcícolas que operan en el estado. Este documento, aseguran, permitirá detectar “focos rojos” en municipios en donde no puede haber “ni un cerdito más”, ya que, según detectaron, hay más de 500 granjas en la zona.
“Levantamos un dictamen diagnóstico ambiental, el cual se comprende por estudios de agua en algunas granjas porcícolas, en donde se tomaron muestras, especialmente de biota, es decir, flora y fauna; y también de aire”, expuso María Luisa Albores, titular de dicha dependencia federal.
Esos estudios, abundó durante la conferencia mañanera de este lunes en Palacio Nacional, se realizaron a través de dos instituciones: El Instituto Mexicano de Tecnologías del Agua y el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Inec), y fueron presentados directamente al gobierno de Yucatán.
“Y sobre eso estamos trabajando en una mesa técnica para lograr tener una homogeneización de un diagnóstico real, lo cual no existía”, reconoció la funcionaria federal.
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Al iniciar con el tema de las granjas porcícolas, compartió Albores, no se sabía con exactitud cuántas había, ni la cantidad de cerdos que las habitan.
“Haciendo una revisión administrativa teníamos un dato por parte de Conagua, porque dan los permisos del tratamiento de las aguas”.
En el caso de Profepa, mencionó, traía otros datos, al igual que el gobierno del estado y el sector porcícola.
“Hoy les puedo decir que hay más de 500 granjas en este lugar, que tenemos localizado en dónde está cada una de ellas; y podemos dar a conocer este estudio cuando sea conveniente”, sentenció ante los medios de comunicación.
Esto, detalló, ya se ha planteado al gobernador Mauricio Vila y el equipo correspondiente. Del mismo modo, con el sector porcícola.
“Tenemos un problema que puede pasar de la contaminación del agua a una cuestión de salud directamente para la población”, admitió María Luisa Albores.
Mérida, recordó, es un lugar que no tiene drenajes, por lo que se habla de un sistema kárstico: “Hay cenotes, entonces inmediatamente cuando hay precipitaciones, el ciclo del agua es inmediato, se rebasa”.
En ese sentido, explicó, a través de este dictamen diagnóstico ambiental de los municipios en donde operan granjas de cerdos, se pueden detectar focos rojos de lugares en donde no puede haber “ni un cerdito más”.
De igual manera, dijo, se debe coadyuvar en cuatro municipios para que el número de cerdos que tienen las granjas vaya disminuyendo.
Acuerdo con menonitas
La titular de la Semarnat informó que la dependencia se encuentra trabajando de igual forma en Hopelchén, en Campeche, en donde se ha llegado a un acuerdo por primera vez en el país con los grupos menonitas.
En esa área, compartió, se encontraron irregulares en el campo, en donde se han instalado pozos de agua sin ninguna concesión, así como gasolineras sin permiso.
“Hemos logrado mesas técnicas para lograr ordenamientos ecológicos territoriales directamente con la gente”, celebró.
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