Un momento que marcó la rivalidad Leones-Sultanes y que quedó como uno de los más importantes en la historia de la Liga Mexicana es el jonrón que bateó Jesús Jesse Castillo para dejar tendido en el campo a Monterrey y darle a Yucatán su tercera estrella en el quinto juego de la serie final de 2006.
En especial, el recorrido de segunda a tercera base es algo que Castillo nunca podrá olvidar, como relató a La Jornada Maya. “Cuando empecé a ver el graderío (del Kukulcán) lleno de júbilo, de alegría, con la gente tirando cerveza por todos lados. No sabía la magnitud de lo que había hecho”, expresó el hoy toletero de los Olmecas de Tabasco. “Esa memoria se va a quedar para siempre en mi mente; el ver a Yucatán feliz por una noche”.
¿Qué hizo especiales a esos Leones?, se le preguntó.
“No había grandes estrellas, pero eliminamos a tres potencias del beisbol mexicano. Era un grupo que mantuvo la humildad y unión”, manifestó.
La final de hace 17 años es la única de las cuatro entre melenudos y regios que no se fue al máximo de siete choques. Las fieras también se impusieron en 2018.1 y 2022. Los Sultanes alzaron la copa en su casa en 2007.
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