Oculto dentro de un chultún, que originalmente fue diseñado para almacenar agua, fue encontrado un enterramiento prehispánico con los restos de dos personas en la zona de la Acrópolis del sitio arqueológico de Ek’ Balam.
Como parte de las labores del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), que deriva del Tren Maya, el equipo de arqueología de Ek’ Balam descubrió que, en algún punto que aún se desconoce, el Chultún 2 dejó de funcionar como un depósito de agua y se convirtió en un elemento funerario en cuyo interior se colocó un altar y los cuerpos de dos personas.
Durante la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, Diego Prieto Hernández, titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), anunció el hallazgo y explicó que el chultún se constituyó como una especie de tumba de tiro o de cámara funeraria.
En el interior del chultún se encontró un altar con una piedra cilíndrica sobre la que se encontró una olla que contenía otra olla fragmentada y una serie de elementos de piedra obsidiana.
A lado de este altar se encontraron los restos de una mujer y de, presuntamente, un hombre.
“Se encontraron dos individuos: un entierro primario con una mujer en posición de decúbito ventral, es decir, acostada boca abajo que fue enterrada con una ligera capa de tierra encima de la cual se encontró un entierro secundario traído de otro lado probablemente del sexo masculino”, detalló Prieto.
De acuerdo con el INAH, el cuerpo de la mujer se encuentra en un mejor estado de conservación y los primeros análisis indican que se trata de una persona de edad avanzada con una altura aproximada de 1.40 metros, mientras que del otro individuo fueron recuperados un fémur y un húmero, así como parte de la mandíbula y otros fragmentos que no se pueden reconocer.
“Considerando la robustez y tamaño del fémur, es posible que se haya tratado de una persona adulta de sexo masculino”, amplió el instituto.
El chultún donde se encontró el altar es un depósito de agua con forma de campana que tiene una entrada reducida y una cámara interior de grandes dimensiones que servía a los mayas para acumular agua.
El INAH informó que el depósito tiene un área de captación circular de 3 metros de diámetro en promedio y tiene una pequeña escalinata de dos peldaños. El chultún, con forma de campana, cuenta con un diámetro promedio de 2.10 metros y una profundidad de 2.98 metros; y la entrada, 54 centímetros de diámetro.
Personal del INAH investigará porqué este depósito dejó su función original y se convirtió en un elemento funerario.
Diego Prieto reconoció al equipo que implementa el Promeza en Ek’ Balam conformado por Víctor Castillo, director de la zona arqueológica, Leticia Vargas, Gilberto Dzul May e Isidro Che, quienes trabajan en las excavaciones y en la investigación.
El Promeza en Ek' Balam también ha permitido el hallazgo de nueve recintos habitacionales de elite, donde se conservaron parcialmente relieves estucados que representan captores y cautivos, mascarones, esteras, además de vestigios de pintura mural.
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