Yucatán > Cultura
Astrid Sánchez
25/09/2024 | Mérida, Yucatán
Más de 20 especialistas en diversas disciplinas realizaron un compilado de investigaciones para recorrer la historia de la cultura maya, no sólo en la península de Yucatán sino en toda la región que también alcanza a Guatemala, Belice, Honduras y El Salvador en un material editorial que manifiesta que los mayas siguen vivos y no son únicamente una reliquia.
Este miércoles 25 de septiembre se llevó a cabo la presentación de La Nación Maya. Gestación, devenir y resistencia, un libro creado con el respaldo de la Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Foto: Facsímil
En la mesa panel participaron Diego Prieto Hernández, director general del INAH; Fidencio Briceño, lingüista del Centro INAH Yucatán e integrante del Consejo Editorial Maya de este rotativo; José Huchim, director de la Zona Arqueológica de Uxmal; Sara Novelo, investigadora INAH Campeche; Armando Bartra, profesor investigador de la UAM Xochimilco; y la antropóloga y consultora de la Unesco, Silvia Terán, quienes coincidieron en la relevancia de manifestar a la cultura maya como una cultura milenaria, cambiante y viva.
La obra, encargo del presidente Andrés Manuel López Obrador en el marco de la construcción del Tren Maya, recorre desde la confirmación y esplendor de la nación maya, su organización política, la arquitectura, el arte que forja la identidad cultural única, así como los tiempos en confrontación, resistencia y reinvención, por ejemplo, el impacto colonizador.
También incluye la modernización de la cultura y su relación con el Estado mexicano, una relación que ha sido conflictiva a lo largo de los siglos. El libro culmina con las reflexiones sobre los desafíos en el presente de cara al futuro, como la defensa del territorio, de la milpa y de su cultura frente a la globalización.
“Hablar de la nación maya es referirnos a una reserva de valores, saberes, tradiciones y referentes simbólicos, que podemos valorar en su profundidad, grandeza y diversidad. Se trata de un enfoque necesario para que la nuestra se conciba, en serio, como unidad de la diversidad: una casa para muchas y muy variadas maneras de vivir. Una nación pluricultural, que pueda transcurrir en la búsqueda de un progreso global y equilibrado, igualitario, incluyente y democrático, que debe abrirse a esos mundos vitales que persisten en su singularidad territorial, cultural y biocultural. Es hora de conocer a fondo este gran tronco civilizatorio, que cobija una nación vibrante, ancestral y moderna, en diálogo de iguales; y de escuchar lo que los mayas de ayer y de hoy nos pueden transmitir y enseñar a los mexicanos y al mundo”, compartió Diego Prieto en su intervención.
Foto: Astrid Sánchez
En ese sentido, el investigador Armando Bartra aplaudió que el material editorial recorra no sólo la historia de los mayas antiguos sino también los testimonios de quienes demuestran que es una cultura viva.
“Habla de mayas muertos y de mayas vivos, mayas vivos que tienen proyectos, que no son reliquia, que no son residuo, no son herencia, son un pueblo”, declaró.
Como encargado del capítulo sobre lenguas mayas, Fidencio Briceño destacó la necesidad de nombrarse como una cultura viva para evitar el olvido, el menosprecio y la discriminación.
“Seguimos vivos y aquí estamos pues, a pesar del paso del tiempo, la simiente que dio origen a nuestras culturas sigue floreciendo en las tierras y en los territorios mayas donde se ubica la cultura maya con todas sus manifestaciones”, declaró Briceño.
Su colaboración en La Nación Maya subraya la riqueza de los mayas en el mundo y demuestra que las lenguas mayas no son homogéneas y que no hay un pueblo maya sino varios pueblos mayas que han transformado su lenguaje de acuerdo a sus contextos.
Por otra parte, José Huchim, director de la Zona Arqueológica de Uxmal, invitó a leer los capítulos que hablan sobre los estilos de arquitectura y sus modificaciones de acuerdo a la realidad que vivían los antepasados. También destacó el trabajo de investigación necesario para conocer la antigüedad de las edificaciones así como para conocer información relevante sobre osamentas halladas en sitios arqueológicos.
“Esperamos despertar y sentirnos orgullosos de lo que fuimos y lo que hicieron nuestros antepasados. Y recordar que no se puede cuidar y conservar lo que se desconoce”.
Sara Novelo, investigadora INAH Campeche, declaró que el trabajo arqueológico ha permitido conocer que la nación maya no fue una nación estática, tanto que hasta en las muestras artísticas quedó plasmada su memoria colectiva a través de las pinturas, estelas y altares que reflejan incluso mensajes políticos o describen sobre la crisis política, social y económica.
En las últimas páginas del libro se toman en cuenta los testimonios de los mayas modernos, aquellos que se enfrentan al desarrollo y que encuentran amenazas en el cambio de alimentación, en la expansión urbana o en los megaproyectos, como el Tren Maya.
Silvia Terán explicó que los mayas ven al tren como una amenaza porque abre la puerta al turismo masivo y devastador, pero destacó que es “hora de tomar al toro por los cuernos” y asumir al Tren Maya como una oportunidad.
“La puerta puede ser usada para que las comunidades se reapropien de su territorio, de su memoria, de su cultura viva y gestionen el turismo a su favor.
“El tren favorecerá la integración de pueblos unidos en la época prehispánica y separados por los conquistadores”, declaró la consultora de la Unesco.
Prieto Hernández anunció que el libro estará disponible de forma limitada en los cinco estados que recorre el Tren Maya: Chiapas, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán, y en las próximas semanas estará disponible su versión en línea.
Edición: Fernando Sierra