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Ana Marín
13/03/2025 | Mérida, Yucatán
Por su carga sexual y erótica, el cabaret es contestatario hacia ideas y preceptos predominantes en la sociedad, especialmente en Mérida que es sumamente religioso y conservador, así como en México, con su patriarcado y machismo, considera Pamela Fernández, mejor conocida como Dómina y cofundadora del colectivo Yambao, que presentará el show Deseo veneno este sábado en La Casa de la Gata Negra.
Para la vedette, diyéi y productora, con el cabaret “podemos cuestionarnos la manera en la que vivimos nuestros cuerpos, nuestra sexualidad, tanto a un nivel íntimo como frente al público”.
En entrevista con La Jornada Maya, Pamela aborda los estigmas en torno al erotismo y sexo y asevera que hablar de estos temas y desde miradas diversas les permite ser más honestas con ellas mismas. Asimismo, al presentarlo de forma pública “hacemos que no sólo las personas que estamos en el escenario nos cuestionemos y logremos replantearnos y crear nuevas maneras de vivirnos y de vivir nuestra sexualidad, sino que también invitamos a quien está mirando a hacerlo.” Y la sexualidad va más allá de sexo: “habla de las cosas que nos producen placer, felicidad, seguridad, nos ayuda a construirnos o a destruirnos para volver a plantearnos qué queremos y qué deseamos.”
El cabaret hoy en día funge también como una especie de huelga frente a la situación actual del mundo y las represiones a la diversidad, la libertad, “el disfrute de las cosas sensibles de la vida”. Este tipo de shows, sostiene la vedette, son igual de importantes que otras acciones políticas o sociales; dan paso al disfrute y placer, son una contestación a los sistemas que nos quieren controlar y callar. Es como decirles “estoy construyendo mi propia realidad y mi propia identidad”.
Performear de forma colectiva
Originaria de Chetumal, Quintana Roo, Pamela cofundó con su amiga Lucía Calderas el colectivo independiente de burlesque Yambao, derivado de una fascinación compartida por el cabaret, los años 50, el cine de oro mexicano y las vedettes que “no sólo bailaban y actuaban sino que también daban paso a la demostración pública de su erotismo y de la sensualidad”.
Pamela y Lucía querían hacer lo mismo, performear de esa manera, pero hacerlo colectivamente, “contar nuestras historias individuales e incluir las de otras personas,” por lo que “elegimos a personas que no fueran con la narrativa streaming de la sensualidad, o qué cuerpos merecen ser deseados o mirados bajo cierto concepto de lo que es sensual.”
Al ser un colectivo autogestivo, se enfrentan a varias limitaciones de presupuesto y logística, pero el proyecto intenta integrar vivencias, corporalidades, maneras diversas de experimentar el género que en lugares hegemónicos no suelen aparecer. “Basta con que alguien tenga algo que contar que suela ser invisibilizado en otros espacios”, asegura.
“Mucha intimidad”
Deseo veneno es un show de cabaret disidente con banda en vivo, que contará con la participación de seis vedettes: Purrlette, invitada especial de la Ciudad de México, Azul Norí, Hey Ryaan, Manzanita, Jango y Dómina. Las y los asistentes podrán disfrutar de diez números musicales al ritmo del soul, jazz, funk y R&B.
El espectáculo promete “mucha intimidad, contacto visual y coquetería”. Será una experiencia “muy viva y latente”, con presentaciones de striptease de cuerpos y personalidades que nos invitan a vivir el deseo de formas diversas y sin limitaciones, de acuerdo con el cartel promocional en redes sociales.
Los números que se van a presentar la gran mayoría son individuales, pues “cada quien vive sus procesos y espacios creativos”, cada quien hace sus vestuarios y coreografías, señala Pamela, quien sostiene que el colectivo busca dar la mayor cantidad de libertad creativa a lxs performers.
Inspiraciones y orígenes
Los referentes de Pamela van más allá de las clásicas vedettes de cine de oro mexicano y llegan a los carnavales, en los que ella participó durante su niñez y adolescencia y sostiene que le gustaría darle ese toque de fiesta al cabaret en los próximos proyectos de Yambao.
Cuestionada sobre las vedettes a las que admira, confiesa: “Va a sonar un poco cursi, pero supongo que mi propio equipo. Las personas que están involucradas (en el proyecto) de verdad me causan una admiración inmensa”.
Respecto a su stage name, Dómina, revela que proviene de la novia de Drácula, que se llama Mina: “Mi amiga Lucía Calderas me dijo, ‘ponte algo que suene a do. Usa este prefijo do para el nombre que vayas a elegir’. Y yo no estaba muy segura, pero cuando descubrí que quería nombrarme Mina pensé, ‘do mina’. Y combinaba bien. Y también sonaba un poco como a dominatrix, que es una figura muy particular, muy especial y muy presente en la cultura alrededor del erotismo y la sexualidad. Dómina tiene este lado sensible por toda esta historia romántica de Drácula y de Mina, y un lado más firme con el término de dominatrix. Me gustó esa combinación de dureza y ternura o suavidad.”
El show de cabaret disidente
Deseo veneno se presentará este sábado 15 de marzo a las 20:30 horas en La Casa de la Gata Negra (calle 45 número 471A x 52 y 54 Centro), y los boletos pueden adquirirse en la página
https://shorturl.at/IWI54.
Edición: Fernando Sierra