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Ana Marín
16/02/2025 | Mérida, Yucatán
Todo se alinea para contar una historia de amor, o al menos la primera cita de lo que promete ser un tórrido romance: la fecha y hora, una cálida y húmeda noche de San Valentín; el lugar, un teatro que, gracias a sus dimensiones, ofrece privacidad más que suficiente para conocer la historia de dos personas que, sin buscarlo, se encuentran y conectan a través del baile y canto. Son observados por una casa llena; desde la oscuridad de las butacas, como voyeristas, los espectadores atestiguan el cortejo y la íntima danza entre lxs amantes, Jango y Azul. Unos cuantos tienen la oportunidad de intervenir, otros deben conformarse con mirar y sólo atesorar el momento.
En el teatro La Camarita, todos son “bienvenidas, bienvenidos, bienvenides,” dice una de las dos Lupitas que dirigen este recinto: Sagredo y López. Palabras más, palabras menos, el mensaje de apertura es que aquí, dentro de estas paredes, el amor es libre en cada una de sus formas; en estas tablas, no hay limitaciones para la expresión artística y, en este caso, la reinvención de la identidad. Dodi Maleanta, invitada de honor, precursora del burlesque y drag queen en Yucatán, lo reafirma mientras se refresca con su abanico firma de arcoiris: el cabaret es la “decodificación del cuerpo”, y todo lo que las malas lenguas dicen sobre este tipo de performance: brujería, magia negra, pecado y libertinaje.

Son unos cuantos minutos después de las ocho, y pese a las altas temperaturas, la audiencia está impaciente por acalorarse aún más con el erotismo prometido en esta noche de cabaret. Antes, en el escenario aparece un personaje que destaca por sus entalladas ropas negras, labios rojos y párpados escarchados: en su canastita, Miss Jaibolitos ofrece a los voyeristas remedios refrescantes para hacer frente a los más de 30 grados que hay dentro del teatro. “No le vayan a decir a mi papá que estoy aquí,” dice mientras reparte las bebidas. “Y no se vayan sin pagar. Los tengo apuntados.”

La primera cita inicia con una proyección que da testimonio del andar del cabaret a lo largo de la historia, enseñándonos caras conocidas y otras no tanto, para luego dar paso al encuentro entre Jango y Azul: con un juego de luces y sombras, lxs amantes preparan a los voyeristas; los más experimentados se arriman hasta el borde de las butacas para no perderse ni un detalle; los más tímidos se hacen un ovillo en sus asientos, ruborizados, inseguros de si les es permitido ver algo tan íntimo como lo que se desarrolla ante sus ojos.

El medio de transporte es lo de menos, lo que importa es el viaje. En una estación, con maletas en mano, Jango y Azul coinciden y juegan. La tensión es palpable, entre ellxs y en el público. Predominan miradas coquetas por encima de los hombros, sonrisas sugestivas, juego de roces en donde un pañuelo se vuelve objeto de deseo: Jango lo toma, hunde su nariz en la tela, inhala el perfume de Azul que permanece en ella. En esa ocasión, se le escapó de entre sus dedos, pero volverán a encontrarse: esa es la promesa.

En las siguientes coincidencias, Jango y Azul buscan profundizar el vínculo creado en la primera cita: como buen charro, descaradx e irresistible, Jango es visto por el escenario mientras reparte flores y canta rancheras, de esas que te hacen extrañar un amor que no has experimentado. Azul, por su parte, se apodera de su sensualidad y la exacerba aún más con prendas de lencería y tela de chifón, moviendo el vientre al estilo bellydance, interactuando con la audiencia y arrancando risas, suspiros y gemidos.
La dinámica entre ambxs amantes queda de manifiesto en un juego de strip poker donde Azul hace uso de sus atributos para sacarle ventaja a Jango, al esconder cartas en su cabello, su liguero y sostén. Jango se lamenta una y otra vez, aunque accede de muy buena manera a sacarse las ropas enfrente de Azul y los voyeristas, que lx anima con gritos y silbidos.
Foto: Jusaeri
En Primera Cita, una presentación de Queen & Queer, Azul y Jango desdibujan los roles clásicos de género mediante la danza, la música y el teatro físico; lxs performers decodifican sus cuerpos para seducir al público y a ellxs mismxs en un show de cabaret clásico que busca hackear el cis-tema y proponer narrativas como comunidad LGBTTTIQ+.
Queen & Queer es un laboratorio de cabaret queer conformado por lx performer Efjan y Azul Norí, coreógrafa y creadora escénica; en el escenario, ambxs reinventan sensualidad, arte e identidad y cada acto, señalan en sus redes sociales, “es un homenaje al pasado y una invitación a repensar el presente”. Su show debut Primera Cita se llevó a cabo el 14 de febrero a las 20 horas en el teatro La Camarita, ubicado en la colonia Bojórquez.
Edición: Fernando Sierra