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La Jornada
22/08/2025 | Tzucacab, Yucatán
Luis A. Boffil Gómez
Una marcha para exigir justicia por la muerte del joven Ángel Alejandro, en la cárcel de Tzucacab, terminó de manera violenta la noche del jueves cuando una turba ingresó al Palacio Municipal, causó destrozos, saqueos y prendió fuego al mobiliario.
Los manifestantes gritaban “¡justicia!” y “¡no más abusos!”, al tiempo que el alcalde Eric Fernando Ku Caamal, del Partido Verde Ecologista (PVEM), huyó ante las amenazas de que iban a incendiar su casa.
Los inconformes entraron a las oficinas, sacaron muebles y les prendieron fuego. También quemaron un vehículo.
En la marcha, los habitantes, entre ellos parientes del joven y padre de familia fallecido, exigieron la presencia de funcionarios estatales para esclarecer el caso. Dijeron no confiar en las autoridades municipales.
Bomberos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) llegaron a la población para sofocar el incendio del inmueble que ya había sido consumido por el fuego.
Hasta el momento no se ha informado de personas detenidas por los disturbios ni del saldo oficial de daños.
En el transcurso de la semana, familiares de Ángel Alejandro C. C., encontrado sin vida en la cárcel municipal de Tzucacab (ubicado al sur del Estado), solicitaron a las autoridades esclarecer lo ocurrido.
El joven fue detenido el lunes de esta semana, por presuntamente alterar el orden público, en estado de ebriedad, y lanzar consignas contra el alcalde: supuestamente lo encontraron muerto la mañana siguiente y la versión que se dio a sus allegados es que se había ahorcado
Sus parientes denunciaron que no se les notificó de inmediato el fallecimiento, el cual habría ocurrido alrededor de las 3:00 de la madrugada. Señalaron que fue un familiar quien avisó a la esposa del joven hasta las 7:00 de la mañana.
Acusaron que no se les permitió ver el cuerpo en la celda, donde presuntamente fue localizado, ya que al momento del levantamiento se encontraba en la comandancia. También rechazaron la versión de que un cuñado hubiera firmado la autorización para el retiro del cadáver.
La familia cuestionó la falta de pruebas documentales o fotográficas del hecho y pidió una investigación clara sobre las circunstancias de la muerte del muchacho.
La esposa del occiso denunció que nunca fue notificada sobre la detención de su esposo. Además, desmintió que existiera una denuncia previa en su contra, como aseguran las autoridades.
Edición: Emilio Gómez