Fumigación controló mosquitos

Verónica Camacho Chávez
La Jornada Maya

30 de octubre, 2015

Los mosquitos que asolaron Mérida en días pasados eran, en su mayoría, del tipo [i]Ochlerotatus taeniorhynchus[/i], asociado a la temporada de ciclones o huracanes, porque utiliza los movimientos del viento para acercarse a su comida que en este caso somos nosotros, indicó el doctor Julián E. García Rejón, entomólogo médico del Centro de Investigaciones Regionales Hideyo Noguchi de la UADY (CIR).

Entrevistado por [i]La Jornada Maya[/i], señaló que este mosquito se encuentra en ciénaga, zonas de charcas temporales y sascaberas, que en Yucatán son lugares que se utilizan para obtener el polvo de piedra, como las de la zona de la comisaría de Dzityá.

“Nosotros estamos a 8 metros sobre el nivel del mar y mientras más nos acercamos al manto freático, la tierra tiene cierta salinidad o alcalinidad y este mosquito, a diferencia del [i]Aedes aegypti[/i], prefiere anidar en lugares donde hay lodo con salinidad”. No es un mosquito de floreros, pone huevos por millones, agregó.

Estos insectos se parecen mucho al [i]Aedes aegypti[/i], por las manchas en las patas pero no transmite dengue o chikungunya, aunque sí otras enfermedades.

“Todos los vectores pueden transmitir varias enfermedades. El [i]Ochlerotatus[/i] transmite el virus de Dirofilaria immitis a los perros, y en algunas zonas de Centroamérica propaga el de encefalitis centroamericana y un virus de los manglares, que no tenemos aquí”, expresó.

El [i]Ochlerotatus[/i] se distribuye por todas las costas de América. En Yucatán sólo causa molestias cuando los vientos huracanados lo alejan de sus criaderos. Vive en sascaberas de la periferia de Mérida y más atrás “pero no se ven, porque es el monte. Ahí es donde normalmente se reproducen, viven y mueren. En época de huracanes se acercan y son atraídos por la comida, que son los humanos”.

“Si vamos a esas zonas los veríamos en la cantidad que se presentaron en la ciudad, pero como no estamos ahí no nos damos cuenta. El suceso de hace unos días fue una cuestión oportuna; fue un brote masivo porque tuvieron una oportunidad de llegar a la ciudad, por el aire, y al quedarse aquí buscan qué comer”, señaló.

García Rejón comentó que este mosquito no tiene resistencia a los insecticidas; no tiene contacto con estos, no está acostumbrado, por eso se pudo observar cómo caían en grandes cantidades.

“Por eso con la fumigación se murieron todos y se acabó el problema, pero esto no significa que no haya posibilidad de que regresen, porque se reproducen por millones”, dijo.

[i]Dengue y chikungunya[/i]

García Rejón afirmó que al término de las lluvias disminuirá la proliferación del mosco transmisor de dengue y chikungunya, pero estas enfermedades no desaparecerán. Disminuirá la cantidad de casos, pero se mantendrá la transmisión.

“Cuando hay un factor como la lluvia, que aumenta la cantidad de criaderos, hay más casos, por el volumen de mosquitos. No desaparecen, sólo disminuyen en cantidad; por eso son casi imperceptibles,” sostuvo.

[h2]Zika[/h2]

Explicó que hay un virus de origen africano, transmitido por el mismo vector, circulando en Sudamérica, denominado zika.

“Los virus que están circulando provienen de ese continente porque ahí hay mayor vegetación, mayor conservación, cantidad de animales, y normalmente entre los ciclos de los arbovirus o virus transmitidos por artrópodos, por la cantidad de animales. Cuando entra el hombre, como nunca le ha dado, lo padece de forma muy severa”, indicó.

Actualmente se da mucho la transportación de virus por la facilidad con que se puede viajar a cualquier parte del mundo, señaló el investigador. “La comunicación es muy rápida y a veces podemos estar enfermos y no darnos cuenta. Cuando llegamos al país de visita o residencia, se desarrolla la enfermedad y al estar presentes los mosquitos se forma el ciclo”, agregó.

“Los moscos son el eslabón de transmisión de cualquier virus. ¿Cuándo va a llegar ese? No lo sabemos. Por lo pronto ya hay casos reportados en Colombia y antes sólo era en Brasil, y como se observa sí hay un movimiento”, comentó.

El doctor García Rejón reconoció que los síntomas son casi idénticos al dengue y chikungunya, con la excepción de una cierta conjuntivitis no bacteriana; sin lagañas, y a la que todos somos susceptibles, “porque no nos ha dado, no ha habido una presencia de estos mosquitos en nuestro país”.

[h2]Epidemia[/h2]

Explicó que el término epidemia debe utilizarse cuando se compara con los casos habidos anteriormente; cuando se han dado más que la cantidad de casos registrados en un pueblo.

“Como nosotros no tuvimos chikungunya el año pasado, no podemos mencionar el término epidemia como se está manejando en algunos medios, porque no hay casos previos. Por ejemplo, si el año pasado tuvimos 200 casos y éste 400, entonces sí podríamos decir que se tuvo una epidemia, porque existe un punto de comparación, pero hasta el momento no lo es”, señaló.

Comentó que ha observado que son las personas mayores, sobre todo mujeres, las que padecen más los síntomas del chikungunya, pero también es porque las señoras van al doctor, “los hombres somos más renuentes a ir al médico. Las mujeres están más pendientes de su salud porque están preocupadas en la atención de sus hijos y de su casa, lo que no podrían hacer al estar enfermas.

“Habría que ver si estas mujeres son las que se dedican a la atención de su casa, porque al estar más tiempo en el hogar, que es donde vive el mosquito, hay más posibilidades de enfermarse. No sabemos y lo debemos analizar, porque toda esta información ayudará a prevenir muchas cosas”, señaló.

“Mucha gente perdió sus cosechas porque no llovió al tiempo adecuado, lo que significa que está afectando el cambio climático. Se están construyendo más casas, hay más deforestación. Por eso vemos estos fenómenos de los mosquitos, porque estos salen por lo general cuando hay una situación de estrés ambiental; cuando hay mucho calor, mucha lluvia, es cuando ellos aprovechan, porque son más oportunistas que el [i]Aedes aegypti[/i] y tratan de colonizar si encuentran dónde vivir.

“En la época de ciclones, los aires vienen en remolinos. Al no pesar nada los mosquitos, los acercan a la ciudad. Otro mosco, el [i]Psorophara ferox[/i], que es mucho más grande, se encuentra más en las comisarías, en los ranchos. Con el aire se acerca a la ciudad, y son tan grandes que pueden traspasar la ropa. Se alimenta de vacas, de caballos, de animales de piel más gruesa; por eso llegan, tienen hambre y pican, pero no están acostumbrados a que la gente los mate, sólo saben defenderse de los animales de los que se alimentan”, expresó.

“En teoría, en la península ya estamos cerrando la época de huracanes, pero hay factores climáticos, como el fenómeno de El Niño, que hacen que haya cambios en todo el mundo y por eso se da la presencia de virus que no había en nuestro continente y a final de cuentas todos buscan la oportunidad de seguir existiendo”, finalizó.