La utilidad de lo inútil

Gloria Serrano
Foto: Ap
La Jornada Maya

5 de agosto, 2015

Escribió el poeta Gabriel Celaya: Cuando tras dar mil vueltas a mis preocupaciones / me acuerdo de un amigo, voy a verle, me dice: «Estaba justamente pensando en ir a verte». / Y hablamos largamente, no de mis sinsabores, / pues él, aunque quisiera, no podría ayudarme, / sino de cómo van las cosas en Jordania, / de un libro de Neruda, de su sastre, del viento, / y al marcharme me siento consolado y tranquilo, / ¿no es la felicidad lo que me vence?

Apuntar a lo inasequible: que venza la felicidad. Nada menos que eso, es lo que se han propuesto la investigadora Marcela Montero y la profesora Edwina Rauch, con el respaldo del Dr. Rubén Reyes, Director de la Escuela de Humanidades de la Universidad Modelo Mérida. Pusieron su mira alta, pero no se trata de ninguna idea quimérica. Precisamente, como el poeta, tras dar mil vueltas a las preocupaciones cotidianas de los ciudadanos y después de analizar aquellos rasgos distintivos de las sociedades contemporáneas, ahora, ambas académicas se encuentran diseñando lo que será el Primer Diplomado en Gestión de Proyectos para una Cultura de Paz, una propuesta pionera en el estado que se ha subido al barco de las innovaciones educativas en el país y que dará inicio el próximo 6 de noviembre.

Comenzaron explorando las distintas formas de violencia presentes en la sociedad yucateca: intrafamiliar, de género, escolar, física, emocional. Así descubrieron, por ejemplo, que el 48 por ciento de las mujeres mayores de 15 años ha sufrido violencia por parte de su pareja; dos puntos arriba de la media nacional, y que la violencia física y sexual es mayor en las zonas urbanas que en las rurales (INEGI, 2012). Sin embargo, esta iniciativa no propone combatir los comportamientos o lenguajes violentos, sino construir un entorno social diferente a partir de cambios de forma y fondo en el tratamiento de los mismos. Sustituir el discurso de “luchar contra el acoso, la agresividad o el miedo” para concentrarse en la “construcción de paz”, es el objetivo central.

La utilidad de lo inútil

¿Cómo piensan lograrlo? Decía Pierre Hadot (1922-2010) que la tarea de la filosofía es revelar a los hombres la utilidad de lo inútil. El profesor italiano Nuccio Ordine (1958), se ha ocupado también de mostrar el grave error que se comete desdeñando “inutilidades” como la imaginación, el arte o una simple puesta de sol. Marcela y Edwina piensan lo mismo. Por ello, en el diplomado se aplicarán todos aquellos saberes humanísticos, en su mayoría gratuitos y desinteresados, que ejercen un papel fundamental en el desarrollo de las naciones. Pensar, saber, entender, convivir, habitar y gestionar la paz, es el contenido que se abordará a través de los 6 módulos que lo conforman. Nada que haya surgido de manera espontánea; su antecedente más cercano está en el “Primer Seminario de Cultura y Educación para la Paz, una mirada a la problemática en Mérida” realizado en diciembre de 2014 y en el “Segundo Seminario de Cultura y Educación para la Paz, creando comunidades de paz”, en abril de 2015, ambos organizados por esta institución. El 15 y 16 de octubre se llevará a cabo la tercera edición.

Esta es una tendencia a nivel mundial. El antropólogo argentino Néstor García Canclini (1938), en su libro El mundo entero como lugar extraño (Gedisa, 2014), alerta sobre ese sentirnos extranjeros que caracteriza a los ciudadanos de este siglo y señala la necesidad de cambiar las preguntas que los estudiosos de las ciencias sociales han formulado para comprender las dinámicas colectivas e individuales. Sumar ideas y voces, replantear conceptos enraizados, sacar provecho de la tensión producto de la diversidad, buscar elementos de cohesión social, fortalecer el respeto a los derechos humanos y apoyar políticas públicas incluyentes, son solo algunos de los ejes temáticos que atraviesan esta oferta educativa que ve en el otro no un contrario, sino el cómplice necesario para reconocernos a nosotros mismos en México, actualmente existen cuatro lugares que ofrecen maestrías sobre eso que llamamos paz: la Universidad Autónoma Indígena de México con la maestría en estudios para la paz, interculturalidad y democracia; la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez con su maestría en psicoterapia humanista y educación para la paz; la Universidad Autónoma del Estado de México que ofrece la maestria en estudios para la paz y el desarrollo, y la Universidad Albert Einstein que cuenta con la maestria en educación a la paz y el diplomado en educacion en valores para el siglo XXI.

Consciente del momento crítico que vive el país y partiendo de su enfoque humanista, a este listado pronto se sumará la Universidad Modelo Mérida. Marcela Montero es además, coordinadora de desarrollo académico de la Escuela de Humanidades. Por su parte, Edwina Raush, se desempeña también como facilitadora en la Unidad de Servicios Comunitarios La Casita de esta universidad. Ambas saben que no hay sociedad perfecta, pero sí herramientas para procesar las diferencias y a ello aspiran. La educación, sostienen, es probablemente la más potente y duradera de ellas.