Maternidad en riesgo

Tania Medina, enviada
Foto: Fabrizio León Diez
La Jornada Maya

Ciudad de México
Martes 29 de noviembre, 2016

Lidia, una mujer maya de 41 años, originaria de Chancsinkín, Yucatán, se encontraba embarazada de gemelos; ya había tenido cinco hijos y se encontraba casada. Durante su embarazo, fue víctima de malos tratos y humillaciones por parte del personal de servicios médicos de la clínica de su localidad, donde se le negó el acceso a métodos anticonceptivos e incluso se le amenazó con que habría repercusiones contra ella en el servicio médico y el programa Oportunidades si se atrevía a denunciar.

Por eso, cuando al quinto mes presentó fuertes dolores, decidió acudir al hospital comunitario de Peto, ubicado a 20 minutos de su residencia, donde el doctor que la atendió le informó que tenía 3 centímetros de dilatación, por lo que era necesario se realizará una cesárea. Ella y su esposo aceptaron. Esto fue el 25 de enero de 2014. Al día siguiente se notificó a la familia que la operación era innecesaria. Al tercer día, debido a otras complicaciones, se avisó nuevamente que sí tendría que intervenir a Lidia. Para eso se trasladó a la mujer al hospital Agustín O’Horán de Mérida, nosocomio en el que falleció ese mismo día. Su esposo en ningún momento recibió información respecto al estado de salud de Lidia, las causas de muerte y la pérdida del embarazo. El cuerpo fue entregado el 28 de enero y se tardaron ocho días en entregar los restos del feto, con el argumento de que no existe alguna ley que obligue al personal médico a darlos a los familiares.

De acuerdo con el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), se calcula que, en el mundo, durante 2013 se registraron 289 mil muertes maternas, lo que representa una reducción del 45 por ciento, comparado con los niveles de 1990, según datos de la Organización Mundial para la Salud (OMS), que retoma el estudio [i]Trends in Maternal Mortality[/i].

Sin embargo, aunque estos números son positivos, resultan insuficientes para llegar a la meta de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que proyectaban reducir en 75 por ciento el índice de muertes maternas por 100 mil nacidos, con respecto a los niveles de 1990.

Según el Índice Anual de Maternidad de la organización internacional [i]Save The Children[/i], Noruega es el país líder en ejercer la maternidad, mientras que Somalia es el lugar donde las mujeres presentan las mayores dificultades. México figura en esta lista en la posición 53, después de Cuba, Argentina, Chile y Costa Rica.

Entre 1990 a 2013, en México se registraron 29 mil 822 muertes de mujeres embarazadas. Para 2008, el número de muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos (RMM) fue 57.2; en 2010 de 51.5; en 2012 de 42.3 y en 2013, último año con estadísticas oficiales validadas hasta mayo, se registraron 38.2 muertes maternas por cada 100 mil nacimientos. En cifras duras, para 2013 las muertes maternas descendieron a 861, comparadas con mil 119 en 2008.

La reducción de estos decesos no ha sido homogénea en el país. En algunas partes se ha dado de mejor manera que en otras. En Tlaxcala, la disminución fue de 75 por ciento con respecto al RMM de hace 15 años. En estados como Aguascalientes, Quintana Roo, Campeche, Tamaulipas y Coahuila se ha incrementado en el mismo periodo de tiempo.

Yucatán figura entre los estados en los que la reducción va de 0 a menos de 75 por ciento, compartiendo cifras con otras entidades como Durango, Zacatecas, Guanajuato, Nayarit y Sinaloa, por mencionar algunas.

Las muertes maternas presentan una enorme variación regional, según los datos de 2013, muestran el contraste notable, ya que estados como Tabasco, Coahuila, Jalisco y Nuevo León presentan de 14 a 30 decesos, mientras que Yucatán, Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo y Veracruz superan una RMM de 46 casos, lo que hace evidente que el mayor RMM se concentra en el sur del país, donde también de manera general existe mayor marginación socioeconómica.

[b]Causas[/b]

El aborto, aun siendo penalizado en la mayor parte del país, es la cuarta entre las principales causas de muerte en México. Entre 1990 y 2016, produjo 2 mil 186 decesos, de los que 279 fueron de adolescentes de entre 15 y 19 años y 11 de niñas de entre 10 y 14 años. Poco más del 7.3 por ciento de todas las muertes en las últimas décadas están relacionadas con el aborto inseguro. Esta práctica representó, durante 2013, el 8.9 por ciento del total de muertes maternas a nivel nacional.

Según el Centro Nacional de Equidad y Género y Salud Reproductiva de la Secretaría de Salud Federal, las muertes relacionadas con la maternidad han cambiado de manera importante durante los últimos años. Anteriormente, las principales causas eran las hemorragias, enfermedades hipertensivas del embarazo, la infección puerperal y el aborto.

Durante el último período del que se tiene registro, las causas obstétricas indirectas han incrementado el número de decesos. Enfermedades como la influenza y neumonía, las crónico-degenerativas, el cáncer, la diabetes y otros padecimientos previos al embarazo son los principales factores de riesgo.