Texto: Tania Medina
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Lunes 21 de noviembre, 2016
Marelsy Castillo Ocampo y su madre, Merry Ocampo Aguilar, atravesaban momentos de dificultad. Merry, quien dedicó su vida a la docencia a nivel preescolar, había sufrido un accidente que no le permitió seguir dando clases, mientras el diagnóstico médico indicaba que la rutina no era adecuada para su recuperación. Aún enamorada de su trabajo, empezó a decaer emocionalmente. Su otra hija, Emily, quien es sicóloga, le sugirió continuar con una de sus grandes aficiones, las manualidades.
Por esas fechas, Marelsy había sido despedida de su trabajo, sin justificación y por discriminación de género, situación que ya había vivido con anterioridad, lo que le hizo caer en un bache anímico. Tomó la decisión de reinventarse, dándole un giro a su vida, incluso dejando atrás una relación de siete años.
Desde 2009 tenía entre manos un proyecto de empoderamiento femenino. Decidió actualizar sus conocimientos en este ámbito y reactivar esta iniciativa de asociación civil. Mientras, su madre, aprendía a hacer muñecas y había decidido hacerle una; sin embargo, buscaba crear una proyección de su hija en la muñeca y los modelos que encontraba eran muy distantes a lo que quería proyectar.
“Yo nunca he sido el estereotipo perfecto de belleza y eso nunca me ha traumado. Siempre me he sentido bien”, revela Marelsy, en entrevista con [i]La Jornada Maya[/i].
Marelsy describe el momento en que su madre le entregó la muñeca como una experiencia hermosa, por lo reconfortante que fue verse en ella. Así comenzó “Melinas” como oportunidad de negocio. Se trata de muñecas personalizadas, dependiendo de las características de quienes las reciban.
En diciembre del año pasado asistieron a una exposición en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI. Las muñecas estaban pensadas para niñas; sin embargo, fueron las mujeres de alrededor de 25 años las que se proyectaron y emocionaron con ellas, por lo que ahora incluyen otros atuendos e incluso lencería en encaje.
Según un estudio realizado en la Ciudad de México, 78 por ciento de las mujeres de entre 25 y 35 años se dicen altamente insatisfechas con su imagen corporal.
“A las mujeres se nos educa para poner nuestro valor como personas en nuestra imagen física y en la opinión que tiene el sexo opuesto de nuestra apariencia, y no hay nada más errado en esta vida”, afirma Marelsy.
La aceptación de “Melinas” fue inmediata, por lo que se abrió una preventa que logró que las muñecas llegaran a España y a Estados Unidos.
Hace unos meses, Melinas ganó el MTV disruptivo, donde se eligió a siete empresas por innovación en su proceso con alto impacto. Durante la semana del emprendedor se grabó un programa especial para este canal, el cual saldrá en Latinoamérica los primeros días del mes de diciembre, lo cual abrirá las puertas a un amplio mercado. Parte de las ganancias obtenidas con las ventas se destinan al apoyo de mujeres en situación de vulnerabilidad.
Por ser personalizadas, las muñecas tienen características diversas, desde el color de “piel”, cabello e incluso cicatrices en el cuerpo. Lo único que comparten las Melinas son estar hechas de un material que no permite que se doblen, la boca en forma de corazón, ya que son mujeres que se aman a sí mismas y los ojos “soñadores” porque, según afirma Marelsy, soñar es unos de primeros pasos para avanzar en la vida.
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