Tania Medina
Foto: Notimex
La Jornada Maya
Mérida, Yucatán
Martes 25 de octubre, 2016
Según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición realizada en 2012, la más reciente, el 70 por ciento de la población mexicana adulta vive con sobrepeso u obesidad. Pequeños cambios de hábitos alimentarios pueden ayudar tanto a una mejor alimentación como a la pérdida de peso, indicó la nutrióloga Guadalupe Esquivel.
Actualmente, los tiempos tanto de la vida laboral como la escolar son muy demandantes, lo que propicia que los seres humanos caigan en estrés, depresión o ansiedad; para esto se recomienda que acudir con un especialista, además de tener pláticas con los pacientes, para guiarlos en el problema. El ejercicio es una forma de canalizar la ansiedad, y en las oficinas se sugiere realizar pequeños estiramientos, así como levantarse de vez en cuando y respirar o tener una pelota anti estrés.
La doctora Esquivel indica a que, en lugar de evitar comidas por horarios, los alimentos se preparen hasta una noche antes de su consumo; ensaladas, sándwiches o verduras cocidas se recomiendan por la mañana. Por la tarde pueden ingerirse los alimentos preferidos, acompañados de una porción adicional de vegetales y agua simple o de frutas. Una indicación importante es comer despacio, ya que la masticación hace más fácil la digestión, facilitando la absorción de nutrientes en los intestinos.
Cuando la masticación es deficiente puede debilitarse la microbiota, advierte la nutrióloga. En América Latina, entre el cinco y el 20 por ciento de la población presenta molestias digestivas como cuadros de estreñimiento o diarreas, siendo este último mal provocado por desequilibrio de la microbiota intestinal.
El aporte nutricional de las frutas no resulta afectado por la refrigeración, indica la especialista, ya que ésta ayuda a su conservación; eso sí, deben consumirse antes de que pasen una semana en la nevera.
La anemia, indicó la médico, no es exclusiva de personas con peso bajo, sino que la causa el desequilibrio de los alimentos; en este caso la falta de alimentos nutritivos, por eso es importante llevar una dieta balanceada que cumpla todos los requerimientos que el cuerpo humano necesita.
Los chicles son otro mal hábito que actúa como un distractor y es un mito que sirvan para “desempanzonar” después de la comida, ya que durante la masticación se introduce aire al estómago.
Dentro de las recomendaciones para quienes están dentro de una oficina, incluso en las juntas, pueden crearse y mantenerse los buenos hábitos alimenticios, cambiando las típicas galletas y refrescos por alimentos como jícamas, pepinos, zanahorias, palomitas naturales, té, agua o café, concluyó la especialista.
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