Aborda la OSY música de Debussy y el gran vigor de Mozart

Las sinfonías del pasado resonaron en el Peón Contreras durante el fin de semana
Foto: Facebook OSSY

La música del ballet que provocó en el pasado airadas reacciones y controversias, el Preludio a la siesta de un fauno, de Claude Debussy, constituyó uno de los aciertos del programa que interpretó este fin de semana la Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY), bajo la batuta de José Areán en calidad de director huésped.

Estrenada en 1894, el poema sinfónico fue retomado por los ballets rusos de Serguei Diaguilev e interpretado en escena en 1912 por el bailarín Vaslav Nijinsky, quien escandalizó al público parisino al representar el asedio sexual de un fauno a las ninfas del bosque, personajes de la mitología romana.

Basado en el poema de Stephan Mallarmé del mismo nombre, que relata el mito del sátiro que desea a las doncellas del agua, Claude Debussy (1862-1918), además de romper con los convencionalismos en la forma de hacer música, recrea al personaje y reproduce la atmósfera del bosque con la famosa nota inicial a cargo de la flauta transversa.  

De acuerdo con el libreto del ballet, las ninfas rechazan al fauno seductor, quien finalmente desiste de su propósito, se aísla y se recrea en sus propios sueños eróticos hasta el punto de procurarse el auto placer.

No es primera vez que la música es factor de escándalo en los escenarios. La representación del ballet La Consagración de la Primavera, de Igor Stravinsky, en el Teatro de Campos Eliseos de París, en 1913, causó tumultos y protestas, en tanto que en la ópera Sansón y Dalila, la famosa Bacchanale, la danza orgiástica al desnudo que precede a la destrucción del templo filisteo, ha provocado reacciones de conservadores.

El poema sinfónico de Debussy resultó también innovador, ya que, de acuerdo con el compositor Pierre Boulez, rompió con los paradigmas en la forma de hacer música, al recrear atmósferas con alientos maderas por sobre las formas melódicas de las cuerdas. La melodía cromática en el solo de flauta es uno de los pasajes más célebres compuestos para música orquestal.

De ahí que fue un gran acierto de la OSY incluir el Preludio a la Siesta de un fauno en su repertorio, ya que se trata además de una obra representativa del impresionismo musical, en una época de grandes pintores de esa corriente como Cezanne, Renoir, Degas y Van Gogh, durante la segunda mitad del siglo XIX.

En la parte complementaria del programa, el director José Areán retomó el clasicismo festivo de las obras de Franz Joseph Haydn (1732-1809), de quien interpretó la Sinfonía No. 96 en re mayor, conocida popularmente como El milagro, que fue estrenada el 11 de marzo de 1791 en Hanover Square Rooms de Londres.

El sobrenombre de El milagro surge de una anécdota que dicen aconteció la noche de 1795 en el King’s Theater de Londres. El primer biógrafo de Haydn, Albert Christoph Dies, anotó que durante el concierto con teatro lleno, un candelabro de una platea cayó en las butacas, pero nadie resultó herido. Un milagro que Haydn siempre negó sucediese.

Escrita en cuatro movimientos, la obra se ha mantenido presente en el gusto de los melómanos al igual que la mayoría de las sinfonías del compositor austriaco, muchas de las cuales llevan sobrenombres con los cuales el público las identifica como La sorpresa, El reloj, Militar, Redoble de timbal, Sinfonía Salomón o, en este la Sinfonía No. 96, El milagro.  

En la parte final, la OSY recreó el ambiente del Teatro Peón Contreras, ocupada a un tercio de su capacidad por restricciones de la pandemia, con la interpretación de la Sinfonía nº 41 en Do mayor K. 551 Júpiter, la última de sus obras en ese género, compuesta por Mozart en 1788.

Johann Peter Salomón, empresario alemán, establecido en Inglaterra, dio a esta sinfonía el nombre de la suprema divinidad de la mitología romana, Júpiter, con la idea de reflejar el carácter triunfal, generoso y solemne de la obra.

La orquesta, con José Areán en el podio, llevó al público a buen puerto con esta obra de Mozart, llena de vitalidad, optimismo, fuerza, muy al estilo del genio de Salzburgo, de quien la OSY ha programado su Concierto para Clarinete y Sinfonía No. 40 para el próximo mes de marzo.

Edición: Ana Ordaz


Lo más reciente

''Tenemos que hacer que la plaza de Kanasín pese'', afirma Erick Arellano

Los Leones lograron en la carretera uno de los mejores arranques de su historia

Antonio Bargas Cicero

''Tenemos que hacer que la plaza de Kanasín pese'', afirma Erick Arellano

OMS alerta escalada del brote de cólera en el mundo

Desde principios de 2023 se han notificado más de 5 mil muertes en 31 países

Prensa Latina

OMS alerta escalada del brote de cólera en el mundo

El voto en el extranjero

Los 40 mil mexicanos bateados por el INE somos una suerte de grano de arena en la playa

Rafael Robles de Benito

El voto en el extranjero

Hacia un nuevo régimen de pensiones

Editorial

La Jornada Maya

Hacia un nuevo régimen de pensiones