Con el Miércoles de Ceniza también da inicio la cuaresma, un periodo en el que los creyentes dejan de consumir carne, principalmente el viernes de cada semana de los siguientes 40 días, sin contar los domingos.
La cuaresma es vista por los católicos como un proceso de conversión en el que los fieles simulan el ayuno que siguió Jesús al estar en el desierto y aunque con el paso del tiempo las restricciones sobre el consumo de carnes se han flexibilizado, es una práctica respetada por la comunidad religiosa.
Con la cuaresma incrementa el consumo de mariscos y en el mercado se ofertan diversas especies, sin embargo, las mejores opciones son los productos que se obtienen en la zona y que no se encuentran en temporada de veda.
Recomendación de pescadores y de la Sepasy
La Secretaría de Pesca y Acuacultura Sustentables (Sepasy) del gobierno de Yucatán y José Luis Carrillo Galaz, presidente de la Federación Regional de Cooperativas Pesqueras del Centro y Poniente de Yucatán, sugieren que en esta temporada se compre producto local, que no tiene de restricción de pesca en ninguna época del año como las siguientes especies:
-Rubia
-Chac-chí
-Canané
-Tilapia del Nilo
-Pargo Mulato
-Róbalo
-Mojarra Burra
-Huachinango de Castilla
-Corvina
-Sierra
-Carito
Estas especies se pueden conseguir frescas y a buen precio, a decir de Carrillo Galaz, quien cuena con una amplia experiencia en la industria pesquera de la entidad.
¿Y las especies en veda?
Para esta temporada, en Yucatán existe la restricción de pesca del mero, el pulpo maya y la langosta. La cancelación de la pesca de estas especies tiene como finalidad garantizar su reproducción y subsistencia.
En el caso del mero se aplica durante febrero y marzo, mientras que la prohibición de la langosta dura cuatro meses: del 1 de marzo al 1 de julio. La captura del pulpo maya está prohibida ocho meses y aplica de diciembre a julio.
A pesar de esta restricción es posible encontrar en restaurantes y establecimientos de venta de alimentos preparados platillos que incluyan estas especies y esto se debe a que el producto es congelado precisamente para ofrecerse durante la veda.
José Luis Carrillo Galaz explica que los productores suelen congelar grandes cantidades de producto y que la responsabilidad de evitar que se realice la pesca clandestina recae en las autoridades.
“Se puede consumir porque hay existencias generadas de producto congelado, no se podría si fuera fresco. El pulpo, la langosta y el mero se guardan y los productores lo ofrecen congelado. La única garantía de que no sea un producto clandestino, que fue pescado durante la veda, la dan las autoridades al monitorear si los productos estaban almacenados”, dijo Carrillo Galaz.
En el mes de marzo, dicho producto se cotizó 60.4 por ciento más caro que un año atrás
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