Paul Antoine Matos
Foto: Rodrigo Díaz Guzmán
La Jornada Maya
9 de marzo, 2016
Tal como lo hemos hecho con las otras dos aplicaciones existentes en Yucatán, pedimos el servicio de Uber para contrastar el servicio. Descargamos la aplicación; emplearla fue otra cosa. En primer lugar, carecíamos de tarjeta de crédito, por lo que ni siquiera pudimos hacer válido el viaje gratis que ofrecieron en redes. Probamos con dos. En ambos casos apareció un mensaje en el que se leía “ocurrió un problema al procesar tu tarjeta de crédito. Vuelve a intentarlo más tarde”.
Un amigo sí consiguió utilizar la aplicación. Volvemos a intentar, pero desde otro teléfono en el que se registró la tarjeta de crédito. Inicia la cuenta regresiva: llega en tres minutos, dos, uno, llegó. Vamos de la García Ginerés a la glorieta del Pocito, en la colonia San Ramón Norte.
El conductor es Enrique, de 29 años, en su primera comisión. Desciende del vehículo, un Ford Fusion color gris, con un aromatizante. .Nos abre la puerta. Una vez en el auto, le preguntamos qué hace y responde que tiene una empresa de seguros. Se considera un emprendedor desde los 15 años y a Uber ingresó otros tres vehículos, de su familia, para que compañeros de trabajo los conduzcan. Aunque durante las primeras dos semanas probará el servicio para conocerlo.
Menciona que nunca ha usado Uber en otra ciudad, por lo que es su primera experiencia con la aplicación.
Le preguntamos su opinión acerca de las quejas del FUTV. Nos comenta que a Ryde & Go, que ya tuvo dos detenciones por parte de los sindicatos, le tejieron una emboscada. “Ellos solicitaban el servicio y al llegar, los demás taxistas lo encerreban”. Sin embargo, un tribunal federal obligó a la Dirección de Transporte a liberar ambos vehículos, por lo que han bajado la presión.
“Espero que el gobierno del estado y Uber se sienten a negociar, para que todos ganen”, expresó.
Comentó que, desde la Ciudad de México, muchos de los conductores le han solicitado seguros, ya que en Yucatán son más baratos. En el caso de Mérida, en caso de un accidente, su aseguradora se encargará de la situación, y en una capacitación les explicaron qué lineamientos a seguir si ocurre un siniestro.
En cuanto a los ingresos, Uber se lleva el 25 por ciento y los conductores el 75 restante. Cada conductor que tenga más vehículos decide con sus socios la tarifa a marcar. En su caso, Enrique pactó un 50/50 (del 75 por ciento), con los cuales él pagará el mantenimiento, pero los socios la gasolina. Calculó que, tras los gastos, las ganancias de ambos serán de 30 por ciento.
Al llegar, tras 18 minutos de viaje, Enrique nos califica y nosotros le calificamos a él. La app nos indica el costo del viaje: 53 pesos (sin descuento). Con Ryde & Go, según su predicción, la misma distancia nos saldría 75 pesos. Con Mi Taxi Yucatán, la aplicación del FUTV, 90 pesos por los mismos 7.56 kilómetros.
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