"La consulta pública no representa el sentir de los pueblos": activista

Paul Antoine Matos
Foto: Fernando Eloy
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Miércoles 21 de noviembre, 2018

Que las comunidades mayas sean consultadas, participen y den su consentimiento al proyecto del tren maya de Andrés Manuel López Obrador, es sólo una cuestión de voluntad política del Estado mexicano para cumplir con las leyes nacionales e internacionales, expresó Carlos Escoffié Duarte, abogado especializado en Derechos Humanos.

De no consultarse a los mayas, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador encendería un fósforo en un cuarto lleno de dinamita que es la península de Yucatán, debido a que se tienen varios casos de despojo, deforestación a gran escala y monocultivos, advirtió.

“La selva maya y las comunidades están en gran amenaza desde hace años, si se hace como se plantea corre el peligro de que termine de sepultar la identidad maya”, afirmó.

“Hace unos años la discusión por las consultas indígenas era jurídica, para hacerle ver al Estado que consultar a las comunidades e incluir en las decisiones. Ya no es discusión jurídica, es una obligación Estatal, a nivel internacional, puesta por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la Constitución y leyes locales de algunos estados”, expresó.

Se trata de voluntad política porque en 1936 la Suprema Corte reconoció el derecho a no intervenir en los bosques indígenas sin su consentimiento, cuando aún no había legislación, por lo tanto se pone a prueba al Estado para cumplirlo, afirmó.

La península parte de una historia más antigua de creer que hay ciudadanos de primera y de segunda, el no-maya y los mayas vistos como museográfico, piedra en el zapato u obstáculo en el desarrollo, señaló sobre el riesgo de realizar el proyecto del tren sin que participen las comunidades indígenas.

Indicó que debe tener objetivos de movilidad ciudadana, no turísticos o empresariales, sobre todo en Yucatán, un estado tan centralizado, donde el traslado es un problema para las personas. “Debe crear movilidad social, si no, no es un tren para todos, sería cuestionable”, declaró.

[b]No queremos el tren[/b]

José Anastasio Euán Romero, activista de Equipo Indignación, afirmó que “es hora que se escuche la palabra del pueblo maya”.

El presidente electo toma diferentes acciones, como las consultas, pero en el fondo están huecos porque que los planes están hechos, enunció. Lo que quieren presentar como voluntad del pueblo es la consulta, pero no puede hacerse sobre algo que ya está amarrado, debe conversarse desde abajo, con el pueblo, indicó.

“Los megaproyectos han venido diciendo que van a beneficiar al pueblo, igualito que hicieron hacendados hace 100 años, cuando dijeron que el henequén nos iba a sacar de la pobreza. Los pueblos henequeneros hoy están más pobres que nunca y los hacendados tienen dinero hasta para sus tataranietos. No creemos esas mentiras”, declaró.

Pisté ha sido desplazado de su vida comunitaria, está al servicio del turista nada más, se volvió el mesero y el cocinero de los turistas, dijo con respecto a la comunidad por donde pasará el tren maya. La esencia del pueblo ha sido vendida, tragando la idea de que su tarea es servir al turista porque trae dólares, añadió.

Jorge Fernández Mendiburu, abogado de Indignación, manifestó que los proyectos, en especial aquellos que afectan a comunidades y territorios indígenas, no pueden ser implementados de manera unilateral.

La consulta pública de este fin de semana no cumple con estándares y parámetros de libre, previa, informada y culturalmente adecuada, afirmó. Manifestó que es contraria a los derechos reconocidos de los pueblos, donde se trata de proceso de diálogo previo para un consenso.

“La consulta pública no representa el sentir de los pueblos, ni promueve el diálogo intercultural entre pueblos y autoridades”, advirtió.

Consideró lamentable que una administración como la de López Obrador parta del incumplimiento de derechos nacionales e internacionales reconocidos a los pueblos indígenas, cuando ha dicho que quiere hacer las cosas distintas. “Esperamos una verdadera política de diálogo para saber qué quieren los pueblos, su territorio y forma de vida”, enfatizó.

“El mensaje es claro: todo proyecto que afecte culturalmente tiene que pasar por la consulta y el consentimiento, es proceso desde la perspectiva de la libre determinación y el diálogo, sea en zona arqueológica o donde sea; esa tiene que ser la lógica de la nueva administración”, indicó Fernández Mendiburu.

[b]Apego a la legislación[/b]

El equipo de transición del gobierno del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, afirmó que el tren maya cumplirá con la consulta indígena obligatoria, que tendría que ser de carácter previa, libre, informada, de buena fe y culturalmente adecuada.

Aarón Rosado, representante del proyecto, emitió un comunicado con las preguntas más frecuentes sobre el tema. En él, se afirma que la consulta a los pueblos originarios será “tan pronto seamos gobierno” y el protocolo o procedimiento de consulta se hará apegado a la legislación aplicable y los mecanismos internacionales.

Tanto la Suprema Corte de Justicia de la Nación como el artículo 169 de la Organización Internacional del Trabajo hacen obligatoria la consulta a los pueblos originarios.

En el mismo documento, el equipo del tren maya afirma que el 95 por ciento del proyecto se plantea sobre Derechos de Vía existentes, tanto de ferrocarril, como de tendido eléctrico y de carreteras, mientras el resto incluye rectificaciones en zonas suburbanas y rurales, pero contará con medidas de compensación y mitigación ambiental en calidad y cantidad suficiente.

Respecto a los estudios de impacto ambiental, establecen que las obras iniciarán con la rehabilitación de la vía férrea existente que va de Palenque a Valladolid, por orden del 50 por ciento del recorrido total, mientras que se actuará conforme a la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente.

Para respetar a la fauna silvestre se prevé construir obras de conectividad ecológica, como pasos de fauna y conectividad de flora.

El tren maya será licitado a principios de diciembre, la parte del Proyecto Ejecutivo de Escárcega hasta Cancún; asimismo, los primeros trabajos de rehabilitación de vías férreas existentes de Palenque-Escárcega-Izamal a partir de abril del 2019, serán sometidos a concurso.

En las comunidades colindantes se pondrá en marcha un proyecto estratégico de ordenamiento territorial y urbano, así mismo, se contará con medidas de contención de las áreas agrícolas, además de las de mitigación y restauración, señaló.