Óscar Rodríguez
La Jornada Maya

Homún, Yucatán
Lunes 5 de noviembre, 2018

La granja Productos Alimentarios y Porcicolas (PAPO) abrió sus puertas a legisladores locales, medios de comunicación y especialistas, con el objetivo de demostrar que son la única industria de ese tipo preparada para no contaminar el subsuelo ni las reservas hídricas ubicadas en el anillo de cenotes, señaló Ricardo Díaz Montes de Oca, uno de los socios de ese corporativo.

La visita realizada al lugar despejó varias dudas de los legisladores y especialistas sobre la sustentabilidad de la granja, sin embargo, dejó al desnudo que a la fecha la empresa ha perdido más de 40 millones de pesos derivado del cierre de operaciones, así como un presunto intento de extorsión por parte de los cenoteros de la zona que, según Enrique Ortiz García, socio de PAPO, les exigieron 42 millones de pesos por dejarlos operar en la zona.

Dentro de la comitiva se encontraban Diana Cabañas Vargas y Wilberth Trejo Lizama, especialistas de la UADY; Jorge Rubio Piña, especialista del Instituto Tecnológico de Mérida, y Jorge Rubio Piña; y Mariana Álvarez Añorve y María Arena Ortíz, investigadoras de la Universidad Autónoma de México.

El grupo de académicos coincidió en señalar que la granja no contaminaría al medio ambiente, empero, señalaron que es necesario medir las primeras descargas del sistema de filtrado para comprobar lo que en teoría se mostró en el recorrido de este lunes.

Antes de salir al recorrido, los legisladores Silvia López Escoffié, Karla Franco Lugo, Harry Gerardo Rodríguez Botello Fierro y Leticia Eúan Mis, junto con la diputada Milagros Romero Bastarrachea, quien no es integrante de esa comisión, escucharon a los especialistas, quienes les explicaron qué era lo que se debía encontrar al interior de la granja durante el recorrido.
Pasadas las 10 horas, varias camionetas dispuestas para el traslado de medios de comunicación, diputados y especialistas, partieron de la sede del Poder Legislativo hacia Homún. La ruta no fue la acostumbrada, pues se optó por tomar una carretera diferente para evitar a un grupo de 50 personas que apoyan la estancia de la granja y que se manifestaban de manera pacífica.

[b]Riesgo de muerte[/b]

En el lugar los esperaba Díaz Montes de Oca junto con Enrique Ortiz y Mónica Guagnelli Martínez, responsable del proceso de saneamiento del agua, en el cual, según los empresarios, se invirtieron más de 23 millones de pesos.

Durante su explicación, el empresario les detalló las partes que conforman la planta, desde el proceso de ingreso de los lechones hasta la alimentación que se les ofrece, la cual, señaló, es totalmente orgánica.

Posteriormente respondió una ronda de preguntas de los comunicadores, donde advirtió que una orden de desalojo sin las medidas preventivas necesarias podría ocasionar la muerte de al menos 20 por ciento de los 30 mil cerdos que actualmente se encuentran en ese lugar.

Luego explicó que debido a los índices de inocuidad de los animales que se deben mantener, era imposible el acceso a las naves industriales.

[b]Proceso de punta[/b]

La segunda parte del recorrido constó de una visita a la planta de tratamiento de agua, donde Mónica Guagnelli explicó los pasos que hacen que la granja sea la única del país que no contaminará las reservas hídricas debido al proceso de filtrado.

La especialista comentó que el proceso que incluye el tratamiento de aguas es en tres fases, que no sólo permitirá que el agua que se vierta no contamine, sino que en una tercera etapa logre incluso la producción de energía eléctrica mediante biodigestores.

“Las granjas normales no tienen este tratamiento que es el aeróbio-anaerobio, que quita el nitrógeno a los reactores y también el fósforo, que es lo que no quieren que lleguen a los cenotes”, explicó.

Abundó que además del biogás, se obtendrá un lodo que estará libre de contaminantes, el cual podría ser utilizado en los propios huertos que se prevén sembrar en la granja, e incluso venderlo.

“Ésta es la primera granja porcícola de todo México que será cero descargas. Depende de cómo veamos las cosas, si son un desperdicio o una oportunidad, y aquí todo lo que trae el agua es dinero que no se pudo aprovechar, que estamos convirtiendo en abono, en agua y gas como fuente alterna de energía”, remató.

[b]Arrepentimiento, extorsión y pérdidas[/b]

Al terminar el recorrido, el empresario Díaz Montes de Oca fue cuestionado sobre si no estaba arrepentido por la avalancha de problemas que se han suscitado por la intención de colocar una granja porcícola en ese municipio.

“Al contrario, estamos totalmente convencidos de las instituciones. Nos llevó dos años de trabajo abrir, arrancar, hasta tener todos nuestros permisos; nos están haciendo cosas ilegales, nos estamos defendiendo, le muestro a las autoridades que con nuestros procesos no sólo cumplimos, sino que somos la mejor granja de todo México en tratamiento de aguas residuales”, presumió.

Cuestionó a las autoridades su intención de condenar a su empresa a cerrar, pues ello creará incertidumbre entre los inversionistas de todo el país, al observar que no hay condiciones para inyectar dinero al estado.

En el lugar se encontraba el socio Enrique Ortiz, quien reveló que hasta el momento las pérdidas que han tenido superan los 40 millones de pesos.

Asimismo, narró que el grupo de cenoteros que se opone a la apertura de la granja les exigió un total de 42 millones de pesos para dejarlos trabajar en la zona sin que tuvieran problema alguno.

“Divididos de la siguiente forma, nos pidieron 3 millones de pesos por cada cenotero, y eran 14; mandaron un emisario, no vinieron ellos. Mi conciencia está más que tranquila”, finalizó.

[b]Trabajo continúa[/b]

Karla Franco Blanco, vicepresidente de la comisión, comentó que el recorrido realizado en la granja es parte de los trabajos que se realizan para conocer las acciones a seguir, por lo que aclaró que su actuar no concluye con la visita a la granja.

“Hemos ido de la mano con expertos, con escuelas, con las universidades; hoy constatamos que lo que se nos presentó en el Congreso del estado sea acorde a la realidad. Vemos una granja que no opera al 100 por ciento, pero después de esta visita lo que sigue es sentarnos a revisar legislaciones y hacer un plan de contingencia, además de presentar el dictamen final al Pleno”, ahondó.

Finalmente, comentó que se trata de sentar un precedente en torno al caso de Homún, con el objetivo de mejorar los marcos legales y evitar lagunas que afecten a pobladores y a empresarios.

[b]Protesta y despedida[/b]

A su salida, los legisladores se encontraron con un grupo de ciudadanos que con pancartas exigían que la granja abra sus puertas para que pueda ofrecer empleos.

A nombre de los legisladores, la presidente de la comisión, Silvia López, les comentó a los quejosos que sus demandas serían tomadas en cuenta, aunque les aclaró que el organismo que encabeza no tiene facultades para determinar la suerte de la granja.


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