Tecnología conduce a peligrosa pérdida de identidad cultural: Margarita Díaz

Texto y foto: Juan Manuel Contreras
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Viernes 2 de noviembre, 2018

“Si hubiera empezado a escribir a los 15 años, sería escritora; pero en cambio, soy escribidora”, bromeó Margarita Díaz Rubio al responder sobre su faceta de literata. La presidente del Patronato Pro Historia Peninsular de Yucatán (ProHispen) platicó con [i]La Jornada Maya[/i] sobre la importancia de la cultura, el papel de las mujeres en dicho ámbito y los factores que lo amenazan.

Doña Margarita -quien es hija del intelectual meridano José Díaz Bolio- sitúa el origen de su amor por las letras en su afición a escribir cartas. El fallecimiento de su suegra fue el parteaguas, pues la motivó a enviar un artículo al [i]Diario de Yucatán[/i], que fue publicado. Desde ahí sus Renglones se hicieron cotidianos en el matutino.

“La gente ya no quiere leer”, lamentó, y exhortó a las nuevas generaciones a “defenderse” de eso. Los valores han sido un tema que le apasiona, ya que considera que éstos poco a poco se han ido perdiendo, debido principalmente a la emergencia de nuevas tecnologías que alejan a los jóvenes de los libros.

[b]La pluma, válvula de escape[/b]

Acerca de su faceta como escritora, Díaz Rubio afirmó que para ella representa un desfogue. En su búsqueda por una manera de expresión que le permita desahogarse, probó con varias disciplinas, como clases de pintura, mas fue en las letras en donde encontró su verdadera válvula de escape.

“Cuando yo escribo, aunque sea un pequeño párrafo, siento un desasosiego personal y analizo lo que sucede a mi alrededor. La literatura y la música son dos cosas que me alegran el día cotidiano”, añadió.

Respecto a su proceso creativo, la fundadora del ProHispen detalló que se trata de una cuestión genética; y recordó a su padre, José Díaz Bolio, gran poeta yucateco y famoso escritor. Otro personaje que influyó en su pasión por la cultura y las artes fue su tío, el historiador Ignacio Rubio Mañé.

Ambos fueron pilares del Centro Cultural que dirige y creadores de los acervos más importantes que posee la institución, que a la fecha tiene 24 años defendiendo la memoria histórica de la península de Yucatán.

[b]Los cimientos de ProHispen[/b]

Sobre los inicios del patronato, recordó que tras el fallecimiento de Rubio Mañé, su familia heredó el amplio acervo del académico, “dinero no recibimos, ya que no le interesaba. A él le interesaban sus estudios”, aclaró.

A manera de anécdota, recordó cómo su abuelo, pese a ser una persona muy importante, también era sencillo y se transportaba en trolebús -transporte eléctrico de antaño- al Archivo General de la Nación, del cual fue director durante un cuarto de siglo.

Luego de heredar el valioso acervo, la familia Díaz Rubio acordó que Margarita se encargaría de él, y es así como comenzó ProHispen, hace 24 años.

“Muchas veces la gente no se da cuenta de la importancia de los archivos; los papeles, el fruto de trabajo de un sinfín de investigaciones; sus escrituras que posteriormente servirían para plasmarlas en los libros”.

Fue a partir de ahí que la nueva encargada del acervo, ante la inmensa responsabilidad de poseer una de las colecciones más completas de Yucatán, reunió a cinco destacados intelectuales de la península, de los cuales quedan dos: ella y Joan Andrews, quien es fundadora de Pronatura en Yucatán.

“Tengo cuatro hijos -16 nietos- y ProHispen es mi quinto hijo. Voy a seguir acá hasta que no me alcancen las fuerzas porque es un nicho muy importante”, sentenció.

Sobre la responsabilidad que implica el poseer dichos acervos, subrayó la importancia de sacarlos a la luz y dar a conocer la cultura yucateca, pues considera que ésta se pierde en función del repentino crecimiento de la ciudad de Mérida.

Margarita Díaz lamentó que ProHispen carezca de apoyo gubernamental, sin embargo aseguró que continuará con su labor, a la que considera como un “apostolado”, pues ella siente que al poner los acervos a disposición de los interesados, está brindando un importante servicio a la sociedad.

[b]El papel de las mujeres en el ámbito cultural[/b]

Durante la charla, doña Margarita recordó que durante sus épocas de estudiante era inusual que las mujeres estudiaran una carrera; sin embargo, consideró que la vida que le ha tocado le ha regalado muchas experiencias, por lo que asegura no sentirse frustrada al respecto.

En ese sentido, resaltó la importancia del papel de las mujeres en el ámbito cultural y artístico, ya que cuentan con una perspectiva distinta a la de los hombres, y celebró el hecho que actualmente se les esté dando un lugar por el que históricamente han tenido que luchar, aunque reconoció que la lucha aún continúa.

“La mujer tiene que estar en contra de la corriente; hasta a veces por las mismas mujeres que piensan que deberíamos estar en nuestras casas. Tengo algunas amigas que cuestionan el trabajo que realizo, que es mucho. Gracias a Dios el campo femenino está cambiando, pero aun así, se trata de una lucha titánica”.

[b]Pérdida de la cultura[/b]

Para Díaz Rubio, la televisión, el Internet y la telefonía celular están llevando a la sociedad a una peligrosa pérdida de la identidad cultural, por lo que se dijo orgullosa de poner su granito de arena para contrarrestar dicho fenómeno, que según su percepción, “está ocurriendo a pasos agigantados.

“Es necesario defender la memoria histórica como formación de la identidad del ser humano, ahí radica el objetivo de ProHispen: apelar a ser solidarios para la formación de un futuro común, ya que una sociedad se conforma por la unión de personas que recuerdan situaciones alegres y están orgullosas de ellas”.

Para doña Margarita, la importancia del pasado es tal que, si éste no se comprende, será imposible entender el futuro, lo que constituye una advertencia para que lo negativo no se repita.

“Los mexicanos no tenemos memoria, todo se nos olvida. Nos sorprenden las cosas que suceden y no nos damos cuenta que si hubiéramos recordado hechos del pasado, probablemente no sucederían”.

[b]Gobierno celoso[/b]

Finalmente, la entrevistada lamentó que la labor que realiza desde el ProHispen no haya contado nunca con el apoyo del gobierno, y dicha situación la atribuye a que “el gobierno es celoso”.

“Las autoridades son quienes deberían manejar la cultura y llevarla a los habitantes, y no es así. La sociedad civil tiene que contribuir, pero yo siento que hay como un celo. He golpeado puertas muchas veces, y sólo lo he logrado en una ocasión que nos apoyaron seis meses y después nada”.