Carencias y omisiones de la Semana de Yucatán

Texto y foto: Sandra Gayou Soto
La Jornada Maya

Viernes 2 de junio, 2017


El Palacio de los Deportes se encuentra dentro del complejo deportivo más grande de la Ciudad de México (CDMX), la Ciudad Deportiva de la Magdalena Mixhuca. Está ubicada en la esquina que forman el Viaducto y Río Churubusco, en la Colonia Granjas México de la delegación Iztacalco; en esa área que abarca más de cinco hectáreas, se ubicó la Semana de Yucatán en México.

Para el defeño común, lo normal es llegar en metro, la estación Velódromo de la línea 9 es la que se encuentra más cerca del recinto; al salir hay que caminar aproximadamente 550 metros, de 7 a 10 minutos. La señalización, deficiente, apenas tres pequeñas lonas colgadas en algunas rejas del Palacio anunciaban la “Semana”.

El último sábado de la muestra, se dispuso a personal de seguridad para indicar a “gritos” hacia dónde se debía caminar. Ya cerca, el aroma a “marquesitas” indicaba que ese era el lugar.

[b]¿Quién visita a la semana de Yucatán en México?[/b]

Los asistentes, según pudimos constatar con locatarios y asistentes, son mayormente yucatecos avencidados en la CDMX, los defeños que la visitaron tenían algún conocido o familiar relacionado con el estado; la presencia de adultos mayores fue notable, algunos iban en silla de ruedas, muletas o bastón; la expo no tenía destinada un área para este sector de la población; su tránsito por las instalaciones era complicado, ya que el piso estaba forrado por una gran alfombra.

Pocos jóvenes, algunos niños y pequeños en carriola o corriendo entre los pasillos comiendo helado o tomando agua de horchata; compradores expertos oriundos de la tierra del Mayab se acercaron a comprar productos que no se consiguen con facilidad en la ciudad: achiote, queso de bola, Xtabentún, hamacas, miel y salsas de habanero, entre lo que más se consumió.

[b]Los productores[/b]

Los productores que quisieron formar parte de esta muestra se encargaron de sus gastos, pasajes, hospedaje y alimentación, hubo quienes iban por primera vez y otros que era la segunda o tercera vez que participaban; algunos locatarios comentaron que les hubiera gustado que se les asignaran espacios más grandes, pues algunos productos estuvieron expuestos en el piso.

Destacaron por infraestructura y visibilidad los stands de las marcas más conocidas en Yucatán: El Yucateco, Tere Cazola, Dondé, Esencia Maya, Botanas La Lupita, Botanas Torritos, Los Leones de Yucatán y Picorey. Estos fueron los que contaron con mayor afluencia de clientes y sin duda de ventas, camionetas de valores llegaban a llevarse sólo las ganancias del stand de Tere Cazola. El resto contó con espacios desde 3 metros cuadrados, se hicieron cargo de su mobiliario y decoración, unos con más producción que otros, dependiendo el presupuesto de cada expositor.

[b]De la las actividades culturales[/b]

Si bien la Semana tiene un carácter de negocios, la cartelera que ofrecieron fue repetitiva y nada propositiva; sin menospreciar el talento y la representatividad de la tradición y el folclor yucateco, actualmente el estado tiene mucho que ofrecer en materia cultural.

Vaquería yucateca, comedia regional, música tradicional y bailes regionales conformaron la agenda, destacó la presencia del compositor Jorge Buenfil, quien lamentó la falta de difusión previa en las plataformas de la Semana.

El espacio designado para estas actividades resultó insuficiente, el pasillo central fue ocupado por personas en silla de ruedas, algunos más se sentaron en el piso, esta área fungió como zona de descanso para las personas mayores.

El evento de clausura corrió a cargo de la cantante yucateca Arianna, que vivió su época de esplendor en los ochenta, participando en cuatro festivales OTI (Festival Internacional de la Canción), donde alcanzó el segundo lugar en 1985 con el tema [i]Corazón Romántico[/i].

La conductora del evento habló de Yucatán como cuna de grandes talentos y así es, pintores, actores, directores, cineastas, graffiteros, fotógrafos, escritores y músicos de todos los géneros, algunos con propuestas en su lengua originaria, el maya, pero nada de esto se vió en la exposición.

Al finalizar, el gobernador destacó que la Semana se seguirá realizando durante muchos años más.

Es de esperarse que las siguientes ediciones lleven una muestra de todo lo que produce el estado, pues no sólo la industria, el turismo y la gastronomía necesitan de inversión y contactos, lo hecho en Yucatán es mucho más que folclor y tradición.

[i]Mérida, Yucatán[/i]
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