Desde niñas, las mujeres sufren acoso, aún en espacios públicos

Abraham Bote
Foto: Enrique Osorno
La Jornada Maya

Mérida, Yucatán
Martes 24 de septiembre, 2019

Asco, rabia, impotencia, inseguridad, pero sobre todo miedo, son las reacciones de mujeres ante el acoso que viven diariamente en espacios públicos, hasta más de dos veces al día, comentan algunas mujeres quienes padecen esta problemática social, en algunos casos, desde los 12 años.

Algunas indican que han sido víctimas de acosadores que las acechan en las afueras de las escuelas, han tenido que ver a hombres bajarse los pantalones y masturbarse con miradas lascivas sobre ellas.

"Es como una combinación de varias cosas. Te da miedo porque no sabes qué te puede hacer, pero también asco porque es muy desagradable, inseguridad, pues no sabes si te va a perseguir o hacer algo", expresó una joven que sufrió de acoso cuando salía de la preparatoria, a pleno día.

Asimismo, comparten que son víctimas de este acoso callejero por personas que pasan en motos, en automóviles o en el transporte público, quienes gritan palabras obscenas o piropos.

El pasado 14 de septiembre entró en vigor el nuevo Reglamento de Policía y Buen Gobierno de Mérida, donde ahora el acoso callejero se castiga con arresto de hasta 36 horas y los detenidos, además, tienen que tomar un curso de sensibilización para que entiendan lo que hizo, recapacite, no lo vuelva hacer y así ir acabando con este lastre social.

La directora del Instituto Municipal de la Mujer, Fabiola García Magaña, explicó que para la impartición de este curso de concientización social se fabricó un manual con información y ejercicios, elaborado en conjunto entre el Instituto, el DIF municipal y la Policía Municipal, que los facilitadores, miembros de la Unidad Especializada para la Prevención y Atención de la Violencia Familiar y de Género de la policía, ya capacitados, le otorgan al detenido por acoso durante su estancia.

El curso, detalló, tiene el fin de sensibilizar a las personas infractoras de acoso callejero hacia las mujeres, personas de diversidad sexual, o con alguna discapacidad, brindarles información sobre derechos humanos, las amonestaciones y consecuencias que tiene esta infracción administrativa.

"Que tengan una retroalimentación de qué los llevó a estar en esta espacio, qué hizo, qué conducta cometió para tener esta sanción administrativa. Es un trabajo reflexivo", manifestó.

[b]Metodología[/b]

Se realiza en una sesión de dos horas y media, en algún momento de las horas que vaya estar detenida la persona, y se ofrece en un espacio cómodo sin distracciones. Si está en estado de ebriedad, se espera a que se le baje los efectos, pero si está impertinente o se rehúsa a tomarlo, no se arriesga la vida de los facilitadores, por lo que se opta a esperar o bien no dárselo, pero sí hacerle ver, en la medida de los posible, su falta.

La funcionaria resaltó que se tiene que manejar una comunicación asertiva y evitar juzgar a la persona infractora, se tiene que establecer empatía y crear un espacio de colaboración, el curso se adapta a la persona, si ésta no sabe leer o escribir el facilitador tiene que apoyarlo en todo momento.

El manual se divide en tres apartados: derechos humanos, otro sobre acoso callejeros, los mitos y realidades, y el tercero sobre la legislación que existe, discriminación y los tipos de violencia, en el cual el detenido desarrolla diversos ejercicios y preguntas de reflexión.

Al final, se aplica un examen de evaluación para conocer su aprendizaje, sentimientos y emociones que haya adquirido, y sobre todo hacerle la invitación a no reincidir.

[b]Prácticas consideradas como acoso callejero[/b]

El oficial explicó que las prácticas que son consideradas acoso callejero son las vejar, intimidar, agredir físicamente a las personas en especial a niños, niñas, adultos mayores, mujeres, adultos, miradas lascivas, “piropos”; silbidos, besos, jadeos, bocinazos y otros ruidos, fotografías y grabaciones no consentidas y con connotación sexual, gestos obscenos, tocamientos, masturbación con o sin eyaculación, persecución y arrinconamiento.

[b]Qué hacer en caso de acoso callejero[/b]

Las persona puede dirigirse directamente al elemento de la policía más cercano, ya sea municipal o estatal, para denunciar el acto, hablar al 911 o acudir directamente para poner una denuncia a las oficinas de la policía municipal, presentar un queja ante un juez calificador, en caso de que sea en flagrancia los elementos deben realizar el arresto de manera inmediata.

El policía toma conocimiento del problema, se detiene a la persona y se pone a disposición del juez calificador, subrayó.

[b]No se trata de una cacería[/b]

Alejandro Ruz Castro, secretario municipal, indicó que con este nuevo reglamento no se trata hacer una cacería, sino promover el respeto hacia la mujer, niños, niñas, los adultos mayores y personas con discapacidad. “Queremos establecer medidas coercitivas adecuadas y que al mismo tiempo se haga conciencia de que a la mujer se le respeta”, subrayó.

[b]Jueces calificadores [/b]

Ante los altos índices de violencia que impera contra la mujer, siempre se va a optar por creer a la víctima, que suele ser mujer, sobre todo si está acongojada por lo que le acaba de suceder, indicó Ileana Estrada Quintal, juez calificadora de la policía municipal, quien explicó que toman varios factores, como si están en estado de ebriedad o drogados, para lo cual se hacen entrevistas, se evalúa su estado físico, cómo se encuentran, todo esto para determinar si es culpable o cuántas horas va a estar detenido de acuerdo con la gravedad de su acción.

"No se trata de sancionar por sancionar, acusar por acusar", afirmó, por lo que a ambas personas se les garantizan sus derechos, se les piden sus datos a las personas, domicilio, nombre completo. Hay que saber si no hay un antecedente anterior de riñas. Se hace una audiencia y con base también a las preguntas que formulan se dan cuenta de quien dice o no la verdad.

Por otro lado, precisó que sí existen casos en los que haya careos de las víctimas con sus agresores, sólo si lo solicita la víctima, y que en caso de que estos últimos se encuentren en estado de ebriedad, se espera el tiempo pertinente para activar el protocolo con un estricto apego a los derechos humanos.

[b]Reconocen su error[/b]

No obstante, aseguró que en 90 por ciento de los casos los detenidos reconocen su error, incluso piden disculpas o dicen que son sus ex mujeres, ex novias y que han tenido problemas. "No solo se protege a la víctima sino también al infractor, por lo que se vela por sus derechos humanos, se le da derecho a una llamada, de un abogado, a un familiar", reiteró.

La regidora Ana Gabriela Aguilar Ruiz aclaró que no es lo mismo acoso callejero que acoso sexual, pues quien incurra en el primero se hará acreedor a una sanción administrativa, antes mencionada, mientras que quien incurra en un acoso sexual será turnado ante el Ministerio Público y sentenciado penalmente acorde a la gravedad de su falta.