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La Jornada Maya
12/12/2024 | San Francisco de Campeche
La gira de Yumiko Yoshioka por México fue un recorrido que no soóo involucró geografías, sino también un acto simbólico de descolonización del cuerpo y la memoria. Tras su exitoso paso por Campeche, del 18 al 23 de noviembre, con el Proyecto Danzas Misteriosas 2024: Laboratorio de Inter-Acción Cultural de Gesta de la Sabana, la reconocida butoh-ka japonesa realizó su primer viaje de trabajo a Cuba la primera semana de diciembre, un paso significativo en su trayectoria artística que también es un cruce de territorios culturales y memoria social.
El recorrido de Yoshioka también incluyó su participación en el encuentro Kinal en Cancún del 25 al 30 de noviembre organizado por Teatro Cuerpo Social y Fundación Danxíca.
En su paso por la península de Yucatán, Yoshioka estuvo profundamente conectada con la memoria orgánica del cuerpo, un elemento esencial en su original butoh que permite al bailarín explorar la resonancia interna de su singularidad.
“Somos lo mismo, lo mismo, pero diferentes”, en sus palabras, la danza es una forma de expresión auténtica y libre, como el cuerpo mismo que busca resistir las imposiciones del colonialismo cultural y la represión simbólica.
Este viaje hacia Cuba, donde impartió una clase magistral en Estudio Cimarrón el 3 de diciembre y su taller La Resonancia del Cuerpo en la Universidad de las Artes (ISA) el día 4 y el 5 del mismo mes, es un paso significativo hacia la consolidación de su trabajo, marcado por una profunda admiración hacia las culturas que han resistido a la imposición y han cultivado una memoria colectiva.
La dramaturga y teatrera maya hablante Socorro Loeza Flores, en el conversatorio Capas de Memoria, organizado por Gesta de la Sabana, con el auspicio del Instituto de Cultura y Artes del Estado de Campeche, expresó: “Nos enseñaron a hablar bajito (en maya)”, contó como el colonialismo impuso a los cuerpos a encogerse corporalmente.
Entonces, para ella hablar fuerte, concebir la palabra como un receptáculo de su expresión, así como la expresión orgánica de la memoria del cuerpo y su movimiento libre, es un acto reivindicativo.
En el conversatorio destaco la participación de Osvva Káatsim, Lucero Flores, Andrea Castro, Maribel Chan Antillón, Mauricio Chi-Pisté, Guadalupe Tanairy Barrera (Quetzalli), Jorge Castro Realpozo, entre otros. Estas reflexiones conectan directamente con la filosofía del trabajo de Yoshioka, quien, a través del butoh, hace de su cuerpo un vehículo de memoria, liberación y resistencia cultural.
El retorno de Yoshioka a Europa, tras su paso por Cuba, llega a Andalucía este 9 de diciembre.
Este movimiento de la artista no es sólo geográfico, sino también simbólico: un tránsito que deconstruye las fronteras de las identidades y las geografías, especialmente cuando se conecta con las prácticas ancestrales del cuerpo y la memoria, y con el poder de la danza como resistencia cultural, señaló.
Su paso por Cuba, con el respaldo de la UNAM Cuba y las colaboraciones con figuras como la danzóloga Mercedes Borges y Harold García Gastón, marcará un hito en su carrera y en la relación entre la memoria de los pueblos y el arte.
Gesta de la Sabana, a través del proyecto Danzas Misteriosas 2024, esta vez expandido a “la llave del golfo”, hace una simbiosis prolífica con la artista de origen japonés radicada en Alemania desde finales de la década de 1980, teniendo presencia en el evento teórico la XV Bienal de La Habana el 26 de noviembre pasado, rompiendo barreras de un “movimiento” artístico originado en Japón en 1959 desde la contracultura, llegando a espacios universitarios, al igual que las gestiones previas de Cromos de la Niebla (Marina Vera) en el CUT de la UNAM y ahora en 2024 con el elenco estable de la Universidad.
Un viaje simbólico de la memoria y la danza
Desde antes de su llegada a Mérida en 2022, Yoshioka ha explorado diversos territorios de México, siendo un puente entre Japón y América Latina.
Su trabajo no sólo se centra en el butoh, sino también en una reflexión profunda sobre las capas de la memoria. La Resonancia del Cuerpo ha sido inspiración para generaciones de artistas mexicanos, fusionó la herencia butoh (en japonés: bailar, pisar; en un inicio: Ankoku Butoh: la danza de la oscuridad) con las particularidades culturales de un sitio específico, invitando a los participantes a explorar la danza como una forma de recordar y conectar con el enorme rizoma de sus raíces y consigo mismos.
El Proyecto Danzas Misteriosas 2024 tuvo el reconocimiento y apoyo del Fideicomiso para el Fondo de Amistad México-Japón 2024 y, en Cuba, de la simpatía de la agregada cultural de Japón en Cuba, Kanako Otsubo.
Edición: Estefanía Cardeña