Texto y foto: Hubert Carrera Palí
La Jornada Maya
San Francisco de Campeche
Jueves 30 de agosto, 2018
Cual ave que emprende el vuelo por primera vez en busca de nuevos horizontes, Fetee Jelle Van Der Munnik salió hace seis meses de su natal Amsterdam con rumbo a América, para emprender la aventura a bordo de su inseparable Koga.
Todo nació a raíz de la inquietud de conocer y explorar lo que hay más allá del Viejo Continente: “Y aunque no conozco bien Europa, preferí viajar por todo América, de punta a punta, para conocer la gran riqueza natural y cultural con que cuenta”, dice el joven de 22 años de edad, recién graduado de gestión de la aviación.
Como parte de su ruta, previamente trazada, Van Der Munnik llegó el martes a San Francisco de Campeche. Se dijo sorprendido por su belleza, su Centro Histórico, sus zonas arqueológicas, pero sobre todo de la paz y la tranquilidad que se respira en esta parte de México.
A bordo de su bicicleta Koga, marca holandesa, pedaleaba muy temprano por el malecón de Campeche, en busca de algo tradicional para desayunar en el Centro Histórico, “pues la comida mexicana es muy rica”, para continuar a su próxima parada, Calkiní; y de ahí continuar hacia Yucatán, Quintana Roo, tomar un avión con destino a La Habana, regresar al continente para recorrer Belice, Guatemala, Honduras, Nicaragua y así seguir hasta llegar a la región de la Patagonia, en el sur de Argentina.
Además de su bicicleta, emplea tres mochilas, una brújula, equipo especial para realizar la travesía y la buena disposición de mucha gente a través de un sitio web llamado Wharmshowers. Interactuar con estas personas le permite recibir algunos apoyos para el viaje, como un espacio para dormir, bañarse, comer, y continuar su recorrido hasta el final.
Cuenta que cuando inició esta aventura voló de Holanda hacia Canadá a un lugar llamado Amsterdam y de ahí fue bajando a bordo de su Koga recorriendo ciudades como Boston, New York, Filadelfia, San Francisco, Los Angeles, Tucson, y en México, donde ya lleva tres meses, ya conoce Hermosillo, Tepic, Guadalajara, Michoacán, Ciudad de México, Puebla, Veracruz, Villahermosa y ahora Campeche. En esta capital pasó la noche en la Cruz Roja Mexicana.
El joven holandés está encantado de las maravillas de México y aunque planeó terminar su viaje dentro de tres meses, no le importa quedarse un tiempo más en nuestro país para seguir explorando y trabajar también, si es necesario.
Tiempo y motivación es lo que le sobra a Van Der Munnik para hacer la gran hazaña de su vida antes de retornar a su país, donde lo aguardan pacientes sus padres y hermana. ¡Que haya buena mar y mejor viento Fetee!
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