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Foto: Tomada de Facebook
La Jornada Maya

Los Ángeles, Estados Unidos
Sábado 22 de abril, 2017

El excéntrico, impredecible y genial Jack Nicholson, con sus tres Óscares a la espalda, cumple hoy 80 años.

Se ha convertido en uno de los actores de cine estadunidenses más exitosos, pero lleva ya una larga temporada alejado de las cámaras. La última vez que apareció en la gran pantalla fue en 2010, en la comedia romática [i]¿Cómo saber si es amor?[/i], con Reese Witherspoon. Sin embargo, sólo tuvo un pequeño papel, por lo que sus fans se emocionaron cuando en febrero se habló de que la estrella de Hollywood podría volver con el [i]remake[/i] estadunidense de la película germano-austriaca [i]Toni Erdmann[/i].

Nicholson podría interpretar al estrafalario padre con dentadura postiza de broma, escribió la revita [i]Variety[/i]. Aún no hay nada confirmado oficialmente, pero la directora alemana de la versión original, Maren Ade, admitió que le gustaría la idea. Para ella, Nicholson es uno de los mejores actores, dijo a finales de febrero en Santa Mónica, después de ser premiada con un premio Independent Spirit por este filme.

Hay tantas películas con él que me encantan, publicó Variety citando a la directora. Ade aseguró que lo pasaría genial viendo un [i]remake[/i] de su largometraje, pero apuntó que no se involucraría en él profesionalmente.

[b]Coqueto tras las gafas de sol[/b]

Poco se ha oído del seductor actor en años recientes. Su última gran aparición en el escenario de los Óscares tuvo lugar hace cuatro años.

En aquella ocasión, fue el encargado de presentar las candidatas a la mejor película. Michelle Obama, por aquel entonces [i]primera dama[/i], compareció desde Washington para leer el nombre de la ganadora, Argo. Y Nicholson dedicó su irresistible sonrisa y flirteó a sus anchas con la ganadora Jennifer Lawrence, quien entonces tenía 22 años. Lawrence se sorprendió cuando, en medio de una entrevista en directo, Nicholson se dirigió a ella con cumplidos. Se parece mucho a una antigua novia mía, dijo la estrella, y después volvió a acercarse con gafas de sol, tras lo cual la actriz se llevó las manos a la cara. El video provocó risas en las redes sociales y Nicholson fue objeto de bromas.

La vida de Jack Nicholson ha sido muy intensa. Tiene cinco hijos de cuatro mujeres diferentes, aunque sólo estuvo casado una vez, con la actriz Sandra Knight, matrimonio que duró de 1962 a 1968. Con Anjelica Huston, hija del director estadunidense John Huston, tuvo una relación tormentosa durante 13 años que terminó cuando él dejó embarazada a la mejor amiga de su hija Jennifer, la modelo Rebecca Broussard.

La madre de Nicholson, bailarina, se quedó embarazada cuando tenía 18 años y lo dio a luz en 1937 en Nueva Jersey. Nicholson se crió con sus abuelos pero no supo hasta que cumplió 37 años que su hermana mayor, June, era en realidad su madre.

Su gran carrera cinematográfica en Hollywood comenzó con pequeños trabajos en la sección de animación de Metro-Goldwyn-Mayer. El director Roger Corman le ofreció uno de sus primeros papeles, en la película [i]La tiendita de los horrores[/i].

Su primer papel importante fue el del abogado alcohólico George Hanson en [i]Easy Rider[/i] (1969), filme de culto en el que Henry Fonda y Dennis Hopper interpretaban a dos motociclistas en busca de aventuras. Nicholson consiguió su primera de 12 nominaciones a los Óscares. Se hizo con el primero al mejor actor por interpretar a un interno de un manicomio en [i]Atrapado sin salida[/i] (1975).

Randle McMurphy, personaje deprimido, rebelde y gruñón con problemas mentales sigue siendo hoy el que más éxito ha dado a Nicholson. A éste le siguieron otros éxitos en largometrajes como [i]Chinatown[/i], de Roman Polanski (1974); [i]El resplandor[/i], de Stanley Kubrick (1980), y [i]El honor de los Prizzi[/i] (1985), de John Huston. Los dos siguientes Óscares los ganó por su papel de ex astronauta y bebedor en [i]La fuerza del cariño[/i] (1983) y como un neurótico malhumorado en la comedia sarcástica [i]Mejor... imposible (1997).[/i]

Entre las dos películas, interpretó al [i]Guasón[/i] en la adaptación al cine de [i]Batman[/i] (1989), donde mostró su sonrisa más diabólica.

El maestro de la interpretación descubrió en 2002 una nueva faceta en la tragicomedia de Alexander Paynes [i]Las confesiones del Sr. Schmidt[/i], en la que muestra sin vanidad las marcas de la edad.

[b]Sin vanidad pero el mejor del mundo[/b]

En [i]Alguien tiene que ceder[/i] (2003), con Diane Keaton, Nicholson aparece con una bata de hospital mostrando el trasero. Y en [i]Ahora o nunca[/i] interpreta a un hombre enfermo de cáncer sin pelo en la cabeza y el rostro arrugado. Siempre quise ser actor de carácter, dijo Nicholson en 2008 en la presentación de la comedia en Alemania. Hasta ahora nunca he visto a un actor con menos vanidad, apuntó el director Rob Reiner ([i]Cuando Harry encontró a Sally...[/i]). Pero, en realidad, por supuesto que me considero la mejor persona del mundo, añadió Nicholson bromeando.

En su último papel principal dio vida a Edward, millonario terminal que redacta junto con su compañero de habitación en el hospital Carter (Morgan Freeman) una lista con todas las cosas que quieren hacer antes de morir. Sin embargo, en la vida real, el actor no tiene ninguna lista parecida, explicó en el estreno.

La única forma de superar el miedo a la muerte es vivir aquí y ahora, expresó. Nicholson está muy satisfecho con su vida hasta ahora, aseguró. Lo volvería a hacer todo de la misma forma.


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