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Foto: Ap
La Jornada Maya
Huntsville, Estados Unidos
Viernes 7 de febrero, 2020
Abel Revilla Ochoa, mexicano originario de Durango, fue ejecutado ayer por las autoridades del estado de Texas, Estados Unidos, mediante inyección letal en la prisión de Huntsville, tras ser condenado por el asesinato de cinco miembros de su familia en 2002.
La Suprema Corte de Estados Unidos rehusó escuchar la apelación. Con su muerte, Estados Unidos suma mil 515 personas ejecutadas desde 1976, de acuerdo con el recuento de la organización The Marshall Project, que se opone a la sentencia de muerte.
El ejecutado consumía drogas fuertes y al requerir más de estos enervantes tomó la pistola y disparó contra su familia.
En tanto, el consulado de México en Texas pronunció la oposición del gobierno a la pena de muerte por considerarla una de las violaciones a los derechos humanos esenciales.
Debe permanecer en el registro nacional en esa materia por comentarios relacionados con militantes del PRI
La Jornada
Reportó el hallazgo de un compuesto de aceites degradado en el agua extraída
La Jornada