En 1997 se estrenó El Quinto Elemento, el filme de origen europeo más caro de la época que recrea una historia que se desarrolla en el siglo XXIII e involucra seres alienígenas, coches futuristas y humanos fuera de lo común.
Luc Besson, de la mano de la productora Gaumont, fue el director encargado de que Mila Jovovich, como Leeloo, y Bruce Willis, interpretando a Korben Dallas, “reventaran” las taquillas a nivel mundial, para lo cual se valió de un presupuesto de 90 millones de euros que al final recaudó 265 millones.
El filme se estrenó en Francia el 7 de mayo de 1997, dos días después llegó a Estados Unidos y fue proyectada en México hasta el día 23.
Lo que hace tan especial la película no es el extravagante pelo naranja de Mila, sino la ropa futurista, toda diseñada por el francés Jean-Paul Gaultier que igual nos deja ver a una diva color azul, como a un elegante villano interpretado por Gary Oldman. En total se confeccionaron alrededor de mil prendas para la película.
Además, se trata de una historia escrita cuando Besson tenía apenas 16 años y se basó en los cómics para dar vida a los extraterrestres. El director también tomó muchas referencias de Blade Runner, el filme de cyberpunk de 1982, de ahí los coches voladores y los humanos que realmente no son seres humanos.
Y fueron justamente los efectos especiales lo que hicieron sumamente costosa la película. Desde los gordos extraterrestres malos, las naves espaciales y las ciudades futuristas requirieron de un gran trabajo de diseño.
La película mantuvo su récord como la más cara de Europa hasta 2017, cuando el mismo Luc Besson dobló el presupuesto para crear Valérian y la Ciudad de los Mil Planetas.
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