Día del Orgullo LGBTTTIQ+: Consecuencias de las terapias de conversión

Las personas de la comunidad LGBTTTIQ+ que son sometidas a terapias de conversión en todo el mundo suelen ser víctimas de actos que provocan sufrimiento físico y sicológico, que llega a causar un daño permanente, advirtió la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La aplicación de estas medidas para cambiar la orientación sexual o identidad de género de una persona suele incluir palizas, violaciones, desnudez forzada, privación de alimentos, aislamiento, medicación forzada, agresiones verbales, humillaciones y electrocuciones, alertó el experto independiente de la ONU, Víctor Madrigal-Borloz.

En su reporte Práctica de las llamadas terapias de conversión Informe del Experto Independiente sobre la protección contra la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género que publicó en julio de 2020, Madrigal-Borloz destaca, tras un recorrido por el mundo, que estas medidas “someten a las víctimas a un trato de una violencia física y sicológica atroz”.

Terapias que se asemejan a la tortura 

En el marco del Día del Orgullo LGBTTTIQ+, también conocido como Día del Orgullo Gay, que se conmemora este 28 de junio, cabe destacar que el experto de la ONU asegura que los tratos discriminatorios, crueles, denigrantes e inhumanos son equivalentes a cualquier forma de tortura.

Y es que las intervenciones pueden ser sicoterapéuticas, médicas y religiosas, las cuales generalmente incluyen abusos físicos, sicológicos, sexuales y hasta la realización de “exorcismos” para obligar a los miembros de la comunidad LGBTTTIQ+ a cumplir con las normas sociales que delimitan su desenvolvimiento al sexo asignado al nacer.

“La práctica de las terapias de conversión no sólo es ineficaz, sino que también puede ser extremadamente dañina. Las terapias a menudo entrañan sensaciones de dolor y sufrimiento, que permanecerán durante mucho tiempo y dejarán cicatrices indelebles en la mente y el cuerpo de la persona. La combinación de los efectos de la humillación profunda y la sensación de impotencia genera sentimientos de vergüenza, culpabilidad, repugnancia de sí mismo e inutilidad, que pueden dañar la autoestima y causar cambios permanentes de personalidad”, advirtió Madrigal-Borloz.

Afectaciones físicas y sicológicas

El informe señala que los intentos de patologizar y borrar la identidad de las personas y negar su existencia como lesbianas, gays, bisexuales, transgénero o de género diverso provocan autoodio, que tiene consecuencias profundas en su integridad y bienestar físico y sicológico.

Por ejemplo, el experto realizó una encuesta a 8 mil personas de 100 países, de las cuales 940 aseguraron haber sido sometidas a terapias de conversión que en 98 por ciento causaron algún tipo de daño. De las víctimas, 4.5 por ciento afirmó tener o haber tenido pensamientos suicidas, mientras que 2.9 intentó suicidarse; 1.8 por ciento presentó daños físicos irreparables; 5.9, dijo padecer depresión; 6.3, fue diagnosticado con ansiedad y 3.5 aseguró haber perdido la fe.

Al respecto, la Organización Panamericana de la Salud ha señalado que las terapias de conversión no tienen justificación médica y representan una amenaza para la salud y los derechos humanos de sus víctimas; la Asociación Mundial de Psiquiatría dijo que no existen pruebas científicas sólidas de que se pueda cambiar la orientación sexual innata y la ONU advierte en el informe que, en virtud del derecho internacional de los derechos humanos y del marco internacional relativo a la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, las terapias de conversión pueden generar la responsabilidad internacional del Estado en cuestión.

En México, sólo en la Ciudad de México se han tipificado como delito estas intervenciones y la pena puede ser de cinco años de prisión. 

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